SEÑOR DIRECTOR:
La creatividad, una de las habilidades del siglo XXI de orden superior, nos permite plantear soluciones innovadoras, originales y asertivas frente a los nuevos desafíos de este mundo cambiante. Por lo que considerarla en el currículum escolar de los países que se proyectan hacia una sociedad justa y sostenible debiera ser prioridad.
Chile, aunque lidera a nivel de Latinoamérica en los recientes resultados PISA de pensamiento creativo, se encuentra por debajo del promedio OCDE. Sin embargo, la nueva propuesta de actualización curricular considera la creatividad como un objetivo de aprendizaje transversal. Para seguir avanzando, no solo es necesario controlar las herramientas digitales, sino también propiciar orientaciones docentes abiertas que inviten a estudiantes a innovar, a plantear nuevas preguntas, a proponer nuevas problemáticas o sus propios diseños de investigación. Desde la primera infancia, además del desarrollo artístico y el juego libre, se puede crear una historia, cambiar el final de un cuento, o la letra a una canción, preguntar cuáles usos le daría a un objeto, idear recetas de cocina, realizar juegos de estrategia, etc. Son actividades en las que todos podemos participar.
Andrea Alfaro Silva
Dra.(c) en Educación, académica UC y UMCE
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