Crecimiento y desempleo

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SEÑOR DIRECTOR:

Las expectativas económicas del país para 2023 han ido mejorando. Hace un año, la OCDE esperaba una contracción del PIB de 0,5%; en junio la actualizó a una caída de 0,1%, y este mes volvió a mejorarla a un crecimiento de 0%. De hecho, a juzgar por el alza del Imacec de 0,3% en octubre, es probable que este año se evite un crecimiento anual negativo.

Sin embargo, las cifras aún reflejan un muy mal desempeño y están lejos de constituir un tapabocas para quienes piden un mejor rendimiento económico. En el contexto regional, el crecimiento proyectado para Chile de 0% estaría solo sobre Argentina (-1,8%); peor que el promedio regional (2,1%) y el promedio mundial (2,9%) según cifras OCDE. Las mismas proyecciones muestran que el crecimiento promedio para el período 2022-2025 -es decir, la administración de Gabriel Boric- será de 1,6%. Así, el actual gobierno no saldrá bien ranqueado en esta área: anotaría el peor desempeño económico desde el retorno a la democracia, por debajo de la segunda administración de Michelle Bachelet, donde el PIB creció solo 1,7%.

Más allá de las comparaciones, dado el nulo crecimiento este año, la economía no será capaz de crear trabajos suficientes para disminuir el desempleo, que hace poco se reportó su duodécima alza consecutiva en doce meses: la cifra de 8,9% implica que más de 880 mil personas buscan trabajo sin suerte. Eso no es todo: aún se necesitan 420 mil empleos para llegar a la ocupación previa a la pandemia y la informalidad laboral alcanza a 2,4 millones de personas. El empleo público explica casi la mitad de los trabajos creados el último año según el INE, lo cual no es sostenible en el tiempo. Y es que el desempleo depende en gran medida de la actividad económica; crecimiento y desempleo pueden considerarse como dos caras de la misma moneda: cuando la actividad es elevada, aumenta la producción en general y se necesitan más personas para producir más bienes y servicios.

Es importante que nuestra clase política entienda que el crecimiento económico no favorece solo a empresarios y grupos económicos: es necesario para disminuir el desempleo y mejorar la calidad de vida de las personas. También crecer es clave para proteger el importante rol del gobierno. Tal como nos recordara recientemente la comisión Marfán, el crecimiento es uno de los principales motores del financiamiento fiscal.

Mauricio Villena

Decano FAE UDP

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