SEÑOR DIRECTOR:
Es fundamental lo que señala Juan José Obach en su columna “La PAES y la mediocridad del 2%”: sin una educación de calidad para todos los niños y niñas de Chile, no alcanzaremos el desarrollo.
Sin embargo, persiste un debate ideológico que dificulta los consensos sobre cómo mejorar la educación pública. Desde ciertos sectores, se apunta a los liceos emblemáticos como prueba del deterioro educativo, culpando a las leyes de inclusión y el fin de la selección, argumentando que estas medidas han desprestigiado la noción de mérito.
Pero debemos tener cuidado con esta visión. Los liceos emblemáticos, aunque destacados en el pasado al seleccionar a los estudiantes más aventajados, nunca representaron una solución para el resto del sistema. La evidencia indica que para mejorar resultados, necesitamos a los mejores profesores trabajando con los estudiantes más vulnerables, no solo con los que tienen mejores notas.
Si bien es importante discutir el rol de estos liceos, el desarrollo del país no depende de ellos, sino de asegurar educación de calidad para todos. Un ejemplo inspirador es Sobral, en Brasil, donde, a pesar de ser una comuna pobre, se han logrado excelentes resultados educativos priorizando la equidad .
Nuestro norte debe ser cerrar brechas desde la infancia, porque muchos niños y niñas no logran “mérito” por falta de oportunidades, no de esfuerzo.
Alejandra Ibieta
Fundación ama+ para el Desarrollo Socioemocional
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