Crisis de seguridad en comunas rurales de Santiago
SEÑOR DIRECTOR:
No es casualidad que los últimos graves casos de homicidios se hayan concentrado en zonas periféricas de Santiago. Desde hace meses los que vivimos en ellas venimos llamando la atención a las autoridades locales, y estas al gobierno central, sobre las consecuencias de priorizar la protección policial en zonas centrales de la Región Metropolitana en perjuicio de las comunas rurales que la circundan.
Lo sucedido en Lampa no es sino la punta del iceberg. En la comuna de Buin, las encerronas y portonazos se han multiplicado en los últimos meses. En Paine los turbazos son la actividad de moda. Producto de la inversión en seguridad de las comunas del sector oriente, se ha producido un desplazamiento del crimen de la zona norte y sur de la Región Metropolitana, sin que las autoridades se hagan cargo de ello.
Hace unas semanas tuve la oportunidad de concurrir a una tenencia de Carabineros cercana a mi domicilio. Encontré que en el lugar había solo un funcionario de guardia. Había, además, una patrulla en ronda con dos carabineros que debía cubrir no solo la amplia zona rural que correspondía a dicho retén, sino que, además, el que correspondía al retén vecino, también en una zona rural extensa. El resto de la dotación, entiendo que más de una docena de carabineros de ambas dependencias, se encontraba vigilando un partido de fútbol en el Estadio Nacional.
Cuando se habla de prioridades en seguridad, los que vivimos en las zonas rurales de la Región Metropolitana entendemos que vamos al final de la lista. Los resultados están a la vista.
Alejandro Sifri
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