SEÑOR DIRECTOR:
Es obvio que el tema del financiamiento es muy importante para todas las instituciones de educación superior. Sin que eso se despeje, no se puede mirar el futuro con certeza y tranquilidad, para dedicarnos a los temas más desafiantes que enfrentan las universidades, IP y CFT.
Las interrogantes son demasiado importantes como para evadirlas. Cómo afectará el cambio demográfico al sistema educativo, con una población de jóvenes que disminuye. De qué manera respondemos con eficacia a los retos que el acelerado cambio del conocimiento científico y tecnológico, que está transformando los procesos productivos, los hábitos y los modos de aprendizaje. Cómo logramos elevar la inclusión y la equidad en el acceso. Cómo abordamos la adaptación al cambio climático y la necesaria sustentabilidad ambiental.
Junto a eso, los procesos de acreditación y aseguramiento de la calidad nos exigen cada vez mayor presencia de la investigación y colaboración con el entorno. Sin embargo, esta labor demanda cada vez más recursos, sobre todo si se quiere hacer investigación de alto nivel y contribuir de verdad a la solución de problemas.
Debemos debatir seriamente la estructura de nuestros currículums académicos. Tenemos que lograr programas no lineales, que permitan la flexibilidad, sobre todo en las etapas finales de las carreras.
En definitiva, los árboles financieros, aunque frondosos, no pueden impedir mirar el bosque, que es una permanente búsqueda de la calidad y la pertinencia de nuestros procesos y resultados.
Hugo Lavados M.
Rector U. San Sebastián
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