SEÑOR DIRECTOR:

En la edición del sábado, las cifras que entrega el profesor Dannemann son dramáticas en relación al descenso en las postulaciones a Pedagogía. Lo mismo sucede en la deserción de profesores.

Dicho de otra manera, nuestra profesión no atrae a los jóvenes y los que se gradúan se alejan de ella buscando mejores condiciones de trabajo. Al final de su carta, el profesor Dannemann llama a las autoridades a una “inversión potente” para “atraer y retener a los más idóneos”. Muy cierto, siempre que esa inversión sea en primer lugar para incrementar los sueldos, el salario, la remuneración de nuestra tan reconocida, alabada y glorificada profesión, pero tan miserablemente pagada.

Fui reiterativo en la mención de un mejor sueldo porque la mayoría de distinguidos académicos que han escrito en La Tercera omiten las palabras “sueldo”, “salario” o cualquier otra que se refiera al vil dinero.

Edgardo Arnal Morey

Profesor de Estado en Inglés

Instituto Pedagógico, Universidad de Chile