SEÑOR DIRECTOR:
La creación de imágenes sexualizadas a través de deepfakes utilizando fotos de compañeras de colegio menores de edad plantea graves cuestiones éticas y legales, particularmente en el ámbito de la responsabilidad de los actores. Estas conductas pueden constituir delitos de producción y difusión de material pornográfico infantil e injurias, severamente penados por el derecho chileno.
Desde una perspectiva ética, este comportamiento perpetúa daños psicológicos y sociales, y evidencia una profunda falta de respeto por la dignidad y la privacidad de las víctimas. Los adultos jóvenes deben ser conscientes de las consecuencias de sus acciones en el entorno digital, comprendiendo que el anonimato de internet no los exime de responsabilidad.
El avance tecnológico en inteligencia artificial hace indispensable que la ciudadanía esté educada sobre estos aspectos. Fomentar una educación en ética digital que enfatice el respeto y la empatía es esencial para proteger la integridad y los derechos de las personas. La creación de deepfakes de menores es un abuso que debe ser sancionado mediante una legislación efectiva.
La ética digital no solo se refiere al cumplimiento de la ley, sino también al respeto por la dignidad humana y la integridad de las personas. Esto requiere un esfuerzo colectivo y la participación activa de educadores, legisladores, empresas, padres y la comunidad en general. Solo así es posible crear un entorno digital realmente seguro para todos.
Francisco Bedecarratz
Doctor en Derecho Penal
Universidad Autónoma de Chile
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