SEÑOR DIRECTOR:
Luego de la aprobación de un histórico plan de defensa por parte de los países de la Unión Europea de aproximadamente 800.000 millones de euros, mientras Estados Unidos se pone más al lado de Rusia en medio del conflicto con Ucrania, es preciso hacer una reflexión.
Pocos están en desacuerdo de que los países del viejo continente deben reducir su dependencia de Washington en materia de seguridad, reforzando sus propias fuerzas armadas. Pero tampoco hay que olvidar que, como planteó el politólogo John Herz, “cuando un Estado refuerza sus capacidades de seguridad, tiende, sin intención, a incrementar la inseguridad de otros”.
Entonces, Moscú perfectamente podría mantener o aumentar su conducta agresiva al sentir como amenaza el reforzamiento militar de sus vecinos occidentales.
César Iribarren Arsuaga
Cientista político
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