Derecho a voto a extranjeros
SEÑOR DIRECTOR:
Diputados del Partido Socialista han ingresado un proyecto de ley para restringir el sufragio de los extranjeros en las elecciones parlamentarias y presidenciales. Lejos ha quedado la noción de ciudadanía sudamericana y de migración con fronteras abiertas que alentó la expresidenta Bachelet en su segundo mandato.
Para ejercer el derecho a voto, el artículo 174 de la ley de migraciones establece el requisito de un avecindamiento de cinco años a partir de la obtención de la residencia temporal.
Los argumentos que entregan los diputados son paupérrimos: argumentan que cinco años son insuficientes para que, con su preferencia ciudadana, puedan incidir en nuestro futuro como sociedad. Pues bien, es todo lo contrario: en la medida que los foráneos participan en decisiones nacionales se sienten más integrados a Chile, lo cual es un hecho a todas luces positivo.
Pensamos que cinco años es un tiempo prudente. Aumentar la permanencia o colocar más exigencias solo demuestran que el llamado “progresismo” insiste en retrocesos civilizatorios. Es la paradoja de ese mundo de izquierda que pretende dar lecciones de progreso, pero mirando hacia atrás.
Hoy el 40 % de los extranjeros tiene derecho a voto. Ese número no supera el 5% del padrón electoral total. Nuestra demografía enfrenta radicales cambios. La tasa de crecimiento migratorio en el período 2010 – 2023 fue de 15 % anual, mientras que la de Chile alcanzó un 1 %. El saldo migratorio está siendo progresivamente más decisivo que el aumento vegetativo. Es probable que esta tendencia siga en las siguientes décadas.
El desafío que enfrentamos como nación es organizar una migración segura, ordenada y regular, formular políticas públicas con mayores grados de cohesión social pluricultural y concordar una visión poblacional de largo plazo.
Lorenzo Agar Corbinos
Doctor en Sociología
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