Desastres y revictimización

SEÑOR DIRECTOR:

Los desastres naturales no existen, pues son sociales. Entonces, la gestión de víctimas es clave, pues hay un principio fundamental: no generar más daño.

El reconocimiento de las víctimas es un acto reparador, e invisibilizarlas es revictimizante. Cuando la administración del Estado no escucha o acompaña a las víctimas de manera oportuna y contundente, se enseña que para ser atendidas deben alzar la voz. Algo bastante habitual en nuestra manera de gestionar emergencias.

Pero no es solo eso. En Chile se suelen emitir juicios condenatorios que aumentan la incertidumbre y la amenaza para las víctimas. Por ejemplo, afirmar que las personas que viven en zonas inundadas no podrán volver a vivir ahí es una amenaza de desplazamiento forzado sin justificación alguna, en el marco de lo que debe ser un proceso social, participativo, político y técnico para implementar soluciones viables.

Este enfoque revictimizante tiene como resultado que las personas se sientan abandonadas por el Estado, lo que dificulta su recuperación y aumenta el daño.

El cambio cultural necesario para modernizar el sistema de emergencias requiere de autoridad y liderazgo, así como conocimiento, experiencia y un enfoque humanitario. Sin embargo, estas carencias preocupan cada día más, y en las inundaciones de este año se han hecho evidentes.

Estamos abriendo una puerta muy compleja a una cuestión básica: ¿Quién quieres que esté a tu lado cuando las cosas se pongan mal?, aumentando el riesgo de que la respuesta no sea “el Estado”. Algo especialmente crítico cuando se trata de seguridad pública.

Michel De L’Herbe

Consultor en Gestión de Emergencias