Desconfianza en la justicia
SEÑOR DIRECTOR:
Me dirijo a usted motivada por el reciente editorial publicado en este medio sobre la creciente percepción de desconfianza hacia el Poder Judicial.
Entiendo que vivimos tiempos desafiantes, donde los casos mediáticos y algunos pronunciamientos judiciales pueden influir en la opinión pública, sembrando dudas sobre la capacidad de nuestras instituciones para garantizar la justicia y la equidad. Sin embargo, es crucial recordar que nuestra justicia, con todas sus imperfecciones, sigue siendo el pilar sobre el que se construye nuestra democracia y el Estado de Derecho.
Coincido en que los altos niveles de desconfianza hacia el sistema judicial deben ser un foco de atención y acción decidida. La posibilidad de que la desconfianza desemboque en autotutela y socave el interés por denunciar es real, y ello podría dañar la efectividad de la persecución penal. Sin embargo, dejarse llevar por soluciones simplistas, como la promesa de “mano dura” o reformas populistas que debilitan la independencia judicial, puede resultar contraproducente. En lugar de esto, debemos enfocarnos en fortalecer las instituciones, mejorar los procesos de selección y capacitación de los jueces y procurar una justicia más accesible al ciudadano.
No debemos perder la fe en un sistema que, pese a necesitar reformas, sigue siendo clave en la defensa de nuestros derechos y libertades. La justicia es un esfuerzo compartido que requiere integridad y transparencia de todos, no solo de jueces y abogados.
Invito a sus lectores a mantener una actitud de constructiva crítica. Es fundamental promover un diálogo basado en propuestas y soluciones, en vez de sucumbir a la desesperanza. La confianza en la justicia es un trabajo diario que requiere de todos nosotros, desde nuestras respectivas trincheras.
Daniela Castillo
Grupo Penal Albagli Zaliasnik
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