Día del niño y la niña: ¿Cuáles son los desafíos para Chile?

Diálogo sobre Educación Pública
AGENCIAUNO


El Día del Niño y la Niña que se celebró el domingo pasado es una buena oportunidad para compartir los desafíos más relevantes que tiene el país con ellos. En las últimas décadas ha habido importantes avances, que han contribuido a mejorar las condiciones de vida de este grupo de la población en diferentes ámbitos. Sin embargo, la pandemia por Covid-19 y las medidas adoptadas para contenerla, como los largos confinamientos, el cierre prolongado de las escuelas y el estricto distanciamiento físico, generaron efectos directos e indirectos en el bienestar de la población infantil y adolescente, aumentando los factores de riesgo para su desarrollo.

Durante este periodo, según la encuesta Casen, la pobreza aumentó de 8,6% a 10,8% entre 2017 y 2020, pasando de 1,5 millón de personas en 2017 a más de 2 millones 100 mil personas en 2020 Este aumento fue mayor en el caso de las niñas, niños y adolescentes, quienes pasaron de un 13,9% en 2017 (590 mil) a 15,6% en 2020 (703 mil), impactando aún con mayor fuerza a la niñez indígena con un 17,3%, que se vio afectada por la pobreza por ingresos, y un 26% en el caso de la niñez en situación de migración. La pobreza tiene consecuencias multidimensionales y acumulativas en la vida de los niños y niñas: quienes viven en contextos de pobreza tienen menos probabilidades de terminar su educación formal, de estar expuestos a entornos violentos, de desarrollar enfermedades crónicas físicas o mentales y de vivir en pobreza cuando adultos.

Otro de los efectos de la pandemia fue la profundización de las desigualdades en los resultados de los aprendizajes y un importante rezago de los mismos en todos los niveles socioeconómicos. El sistema de clases online dejó al descubierto que un número importante de estudiantes no tenía computador, acceso a internet o un espacio físico y de tranquilidad para poder participar adecuadamente de las actividades educativas. Según la información disponible, los estudiantes de 6°básico en adelante aprendieron sólo el 60% de los contenidos esperados en el área de lenguaje y menos del 50% en el área de matemáticas. Adicionalmente, la imposibilidad de asistir regularmente a clases impidió que niñas, niños y adolescentes desarrollaran y mantuvieran su rutina, sus relaciones entre pares, lo que afectó su salud mental y la dimensión socioemocional de su desarrollo.

A lo anterior se suman los altos niveles de violencia hacia niños, niñas y adolescentes en sus hogares. Según el estudio ELPI, realizado antes de la pandemia, el 62,5% de los niños ha sido víctima de algún tipo de maltrato psicológico y/o físico como método de disciplina por parte de sus cuidadores. En tanto, que solo un 31,7% de los niños de 5 años o más, recibe exclusivamente métodos de disciplina no violentos. Adicionalmente los padres y madres dicen usar prácticas violentas de crianza, porque carecen de herramientas para ejercer una crianza positiva.

Para avanzar en estos desafíos se requieren esfuerzos desde diferentes sectores. Por un lado, es necesario asegurar a las familias que viven en situación de pobreza y vulnerabilidad las condiciones que les permitan tener un nivel de vida digno y acceso a servicios integrados de nutrición, salud, educación, seguridad social, vivienda y servicios básicos de calidad. También es relevante que cuenten con programas de apoyo integral con énfasis en la promoción del buen trato y la transferencia de herramientas que apoyen la crianza positiva desde la gestación hasta el final de la adolescencia. En el ámbito educativo se deben establecer mecanismos efectivos para la recuperación de aprendizaje, de manera de acortar y posiblemente cerrar las brechas entre las y los estudiantes de mayor y menor nivel socioeconómico, y desarrollar acciones concretas de apoyo para el bienestar socioemocional de toda la comunidad.

Garantizar sus derechos y la posibilidad de ejercerlos, sin discriminación de ningún tipo, es sin duda el mejor regalo en este día para todos los niños, niñas y adolescentes.