Dimes y diretes
SEÑOR DIRECTOR:
Qué ridículo todo este dimes y diretes entre autoridades gubernamentales de la Argentina y Chile. Si bien vivimos tiempos donde prima el titular, el eslogan y lo mediático por encima de los contenidos y las ideas, no hay que tomarse muy en serio muchas de las cosas que dicen los políticos para ganar adeptos. Se habla de una “lucha cultural” entre derechas e izquierdas, en la que abundan las bravatas populistas de personajes tan diversos como AMLO, Evo, Lula, Maduro, Milei y Trump. El mismo Lula trató de inexperto y falto de experiencia a Boric. Pero, la verdad sea dicha, hay que saber “separar el trigo de la paja”.
En el caso chileno-argentino, hay que reconocer que las declaraciones del ministro de Economía Luis Caputo reflejan la simple realidad: del milagro chileno pasamos al estancamiento económico. Tal vez moleste a algunos acá lo de responsabilizar directamente a la izquierda, a comunistas o a zurdos. Ante ello, el Presidente Boric, primero pidió más humildad a Milei y luego cerró con gran dramatismo con que los presidentes de ambos países eran pasajeros, en tanto que la Cordillera de los Andes era imperecedera.
En Chile, algunos se felicitaron por lo de Caputo, otros pidieron más moderación en el lenguaje y, finalmente, por allí saltó un diputado de la izquierda arropándose en la bandera del patriotismo para arengarnos contra los argentinos. ¡Qué horror!
Sugiero, por tanto, al Presidente Boric que sea bien pragmático. Durante mi destino en la embajada en Buenos Aires, me tocó vivir el encuentro de Salta (1971) entre el presidente marxista Salvador Allende y el presidente general Alejandro Lanusse, un verdadero pluralismo ideológico para la época. De la misma manera, los mandatarios de ambos países deberían reunirse en todas las oportunidades posibles, tengan o no afinidad ideológica o personal entre sí. No se olvide Presidente Boric que usted alegó tener una agenda muy ocupada para no recibir a Milei en Santiago.
En suma, la relación con Argentina es estratégica para Chile y no un campo para las diatribas personales.
Juan Salazar Sparks
Embajador (r)
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