Discusión de Ley de Presupuestos
SEÑOR DIRECTOR:
En su editorial del 22 de noviembre, La Tercera alertó sobre una “Desnaturalización de la Ley de Presupuestos”, por aprobarse iniciativas que a juicio del medio estarían fuera de la naturaleza del objeto que se discute o, derechamente, serían inconstitucionales.
Ninguna de las medidas mencionadas por el editorial implican la decisión de cómo, cuándo y en qué se gastan los recursos, sino que todas respetan el principio fundamental de que es el gobierno el que tiene esa facultad y la ejerce de forma exclusiva y excluyente. Sin embargo, estamos convencidos de que la discusión del presupuesto no es una instancia donde el Congreso es un mero buzón silenciado, sino una negociación anual donde caben entendimientos, señales y ajustes por el bien del país.
Prueba de ello es que generamos grandes acuerdos para Chile. Primero, y debido a los malos resultados de nuestra economía, logramos que el Ejecutivo ajustara a la baja 600 millones de dólares en estimación de ingresos y gastos. Lo propio se hizo con diversos ministerios sectoriales, para que este intento por evitar el aumento de la deuda de nuestro país -que ya está llegando a los límites prudenciales estimados por el Consejo Fiscal Autónomo- no afectase las prioridades que los chilenos y chilenas comparten en materias de salud, educación, vivienda y seguridad. Obviamente, lograr aquello implicó una serie de negociaciones con el Ejecutivo, pero ese espíritu de consenso es lo que Chile espera de sus autoridades.
No quisiéramos terminar esta carta sin destacar la transversalidad con que se aprobaron muchas partidas del presupuesto, logrando el consenso de todo el espectro político, desde el PC hasta republicanos. Aquello es prueba de que el Senado, si bien representa un espacio de deliberación, debe seguir siendo un lugar de grandes acuerdos para el mayor interés de las chilenas y chilenos.
José García Ruminot
Presidente del Senado
Matías Walker Prieto
Vicepresidente del Senado