Diversificación de activos, la clave en 2022
2022 será el año de la transición por el Covid y, como todo entorno cambiante, generará numerosas oportunidades de inversión que, bien aprovechadas, permitirán sacar el máximo partido a los portfolios.
Ad portas de cerrar 2021, un año satisfactorio para varias clases de activos, entre ellos la renta variable y los commodities, es hora de preguntarse qué podemos esperar del escenario económico venidero y cuáles son las recomendaciones de inversión para el año, más aún en un contexto de profundo cambio de la economía mundial como consecuencia de la pandemia.
Desde un punto de vista macroeconómico, es muy probable que 2022 se consolide como el inicio de la transición hacia la década posterior al Covid, una década cuya economía se verá moldeada por factores como el cambio climático, más capitalismo de Estado y el auge de nuevas tecnologías.
El próximo año el crecimiento económico alcanzará niveles anteriores a la pandemia (+ 4.2% según nuestras estimaciones), pero no todos los sectores crecerán por igual. Por ello, habrá que prestar especial atención a aquellos que quedaron rezagados tras la primera recuperación de la pandemia, como servicios, restauración y viajes.
Así las cosas, en el plano de los activos 2022 será un año de rendimientos más moderados -de solo un dígito- para las acciones y más desafiante para las inversiones en renta fija, que mostrarán rendimientos desfavorables, debido a los efectos de una política monetaria global centrada en una ralentización de los programas de compra de activos e, incluso, en subidas de tasas a medida que avanza el año.
Dicho lo anterior, en 2022 en Credit Suisse somos partidarios de mantener la renta variable con una pequeña sobreponderación en las carteras, destacando los sectores que tienen una inclinación cíclica y se beneficiarán del aumento de las tasas de interés y la fuerte demanda y, por otro, de mantener la deuda pública con una infraponderación.
Pero, además, en este contexto, se hará indispensable llevar a cabo una selección activa de valores en la que las inversiones alternativas – como bienes raíces y fondos de cobertura- sean aún más importantes para diversificar las oportunidades de inversión.
En este punto la clave será buscar activos con perfiles de retorno que dependan de diferentes factores, lo que se puede potenciar, además, con estrategias de inversión que no siguen patrones tradicionales. Aquí existen buenas opciones de inversión en estrategias de fondos de cobertura que pueden optar tanto por acciones largas como cortas y en estrategias de renta variable centradas en dividendos y que pongan énfasis en empresas que muestran balances sólidos y una fuerte producción de flujo de caja.
2022 será el año de la transición por el Covid y, como todo entorno cambiante, generará numerosas oportunidades de inversión que, bien aprovechadas, permitirán sacar el máximo partido a los portfolios.
Por Jerónimo Correa Braun,
CEO y Country Manager de Credit Suisse Chile.
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