Economía política y reforma tributaria



Se aprobó la idea de legislar la reforma tributaria; bien. Ahora en adelante comienza la verdadera discusión técnica, específica, detallada.

Qué bueno que esta fase se va a dar de cara a los ciudadanos: sin eslóganes, y donde las partes fundamenten sus evaluaciones. El gobierno sorteó una valla muy difícil. Pero ahora empieza la integración de lo técnico fiscal (incidencia ; eficiencia ) con la conjugación política y las prioridades ciudadanas.

No es verdad que con esta reforma se pasaría desde un sistema no integrado a un sistema integrado. Se está pretendiendo transitar desde un sistema dual, que nos heredó la administración de la expresidenta Bachelet. El sistema presente consiste en la coexistencia de dos engorrosos esquemas parciales: el sistema de renta atribuida y el esquema parcialmente integrado. Complejidades muchas, bajo varias ventanas que mantienen la elusión.

Tampoco es verdad que la reforma, per se, vaya a ser progresiva.

Lo correcto es que a un numeroso sector de pymes vigentes y emergentes, la reforma evitará una discriminación -del orden del 9 % al 10 %- en la tasa vigente.

Pero, ¿quién dijo que el mundo masivo, productivo, social y cultural de las actividades diarias, sea solo un mundo de pymes? ¿Dónde está el papel y carga tributaria efectiva que gravita sobre profesionales independientes, innovadores informales, artesanos, agricultores individuales, transportistas, personas naturales, y tantos otros en decenas de servicios personales? ¿Qué rol juegan esos grupos independientes en la sociedad como un todo? ¿Está el reformador poniendo atención debida sobre los impactos de las medidas del cambio tributario?

No se puede reducir el mundo y la realidad solo a dos entelequias parciales: grandes empresarios adinerados, por un lado, versus pymes productivas vulnerables.

Finalmente, la dimensión crucial a largo plazo para el costo/beneficio del paquete de reformas es su impacto macro, particularmente en las dinámicas de la inversión privada y crecimiento. Para medir y poder proyectarlo profesionalmente, Hacienda y el Banco Central tienen la palabra.

Midan y digan. Háganlo con claridad y con fuerza pertinente.

Eduardo Aninat

Ex ministro de Hacienda

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