Educación de pregrado de futuro

Universitarios


Por Ignacio Sánchez, rector Pontificia Universidad Católica de Chile

En los próximos días se conocerán los resultados del proceso de admisión a las universidades. Miles de estudiantes estarán ilusionados con poder acceder a las carreras y universidades de su elección para poder desarrollar un programa que les permita poder enfrentar un mundo globalizado y en permanente cambio. Ha habido abundante información e intercambio de opiniones respecto de la característica profesionalizante de nuestra educación, lo que junto a su duración, merece un análisis en relación a realidades de otros países.

La formación de pregrado requiere un plan de formación general robusto y amplio en contenidos, que permita que los estudiantes tengan una exploración diversa en contenidos y que puedan compartir con jóvenes con otros intereses. Temas como la sustentabilidad, el método científico, las artes y estudios antropológicos, entre otros, debieran ser contenidos transversales para todos los estudiantes. Por otra parte, la educación online y transformación digital de la educación de pregrado, el pensamiento crítico y el trabajo en equipo, deben ser incorporados de manera permanente en la educación de pregrado de futuro.

Actualmente, hay una creciente carreras interdisciplinarias (algunos ejemplos son Pedagogía en Ciencias, Medicina Veterinaria y Pedagogía en Educación Física y Salud), lo que permite integración de contenidos. En la UC, desde hace doce años contamos con el Programa de Licenciatura en Estudios Generales o College, que al igual que en universidades extranjeras, permite gran flexibilidad de cursos y una malla que puede ser programada por los propios estudiantes. Existe una extensa articulación con careras de pregrado y programas de postgrado.

En término de la extensión, en nuestro país las universidades entregan el título profesional junto al grado académico, lo que significa períodos más extensos de formación. Sin embargo, en varias universidades -en la nuestra en Medicina, Ingeniería, Arquitectura y otras carreras- se han realizado modificaciones curriculares que han acortado su duración y se han integrado contenidos a la formación de postgrado.

En relación a las brechas educacionales que presentan los estudiantes de sectores educacionales vulnerables, estas deben ser asumidas por nuestras instituciones a través de la implementación de programas de apoyo y reforzamiento académico. Un ejemplo es el programa PACE, implementado con gran esfuerzo por parte de las instituciones y de los propios estudiantes, lo que implica un período más largo de las carreras.

Los aspectos descritos permiten plantear algunos desafíos de la educación de pregrado en nuestro sistema universitario. Un trabajo conjunto, con autonomía y valoración de las diferentes realidades de las instituciones es crucial para avanzar en la formación integral y de futuro de nuestros estudiantes.

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