Educación o expulsión
SEÑOR DIRECTOR:
En su carta del martes, el psicólogo Marko Brener se pregunta si los equipos directivos, antes de expulsar un estudiante, han hecho todos los esfuerzos para evitar tomar esa decisión. Luego, asevera que expulsar es no hacerse cargo del problema.
Frente a esta desconfianza del compromiso de los equipos directivos y los profesores con sus estudiantes, es relevante señalar que una expulsión es una medida que no se toma a la ligera. Solo ocurre cuando un estudiante constituye un peligro real para la integridad física o psíquica de otros miembros de la comunidad escolar. Y que, como profesores, nunca quisiéramos tener que adoptar una medida como ésta.
Pero ser líder escolar implica, a veces, tomar decisiones difíciles para asegurar el bienestar de los niños, jóvenes, docentes y equipos a su cargo.
Concuerdo con que los jóvenes expulsados de un establecimiento deben poder completar su proceso educativo, y para eso, el proyecto de ley de Reingreso Educativo es una manera de hacernos cargo como sociedad de todos los estudiantes dándoles el apoyo que requieren y sin exponer a otros niños y niñas (y sus profesores) a las situaciones de violencia que hemos visto en los últimos tiempos.
Magdalena Plant
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