Educación pública

SEÑOR DIRECTOR:
En su carta el senador UDI Gustavo Sanhueza usa el argumento “recuperar la educación pública, no es solo un deseo, es una urgencia”. En general, estamos de acuerdo con esa sentencia, pero cuidado con su verdadera intención. Creo difícil encontrar una organización con mayor juicio crítico y acciones concretas para discutir las extremas políticas mercantilizadoras de la educación, que el Colegio de Profesoras y Profesores; políticas que han dañado fuertemente la educación pública. Nuestra preocupación por ella, es genuina.
Los dichos de Sanhueza muestran que hay sectores que recurrentemente, con un simplismo que sorprende, atribuyen sin evidencia alguna a las movilizaciones y paralizaciones de trabajadores de la educación esas deficiencias. Esto no tiene ningún fundamento serio, ni antecedentes que lo confirmen, pero se sostiene como si fuese una verdad sacrosanta. Según esa lógica simplona, en los países donde existe una reconocida buena educación pública, se podría suponer que nunca existen movilizaciones ni huelgas docentes, pero las hay cada tanto tiempo para conquistar derechos, propiciar mejorías educacionales o sencillamente oponerse a políticas perjudiciales como recortes presupuestarios.
Hoy se comienzan a levantar ideas, como las de Sanhueza que, bajo una dudosa preocupación por la educación pública, buscan terminar con el derecho a huelga y a la movilización social. Esto vulneraría convenios y tratados internacionales ratificados por Chile, normas constitucionales, laborales o sentencias judiciales que reconocen como válidas las negociaciones no regladas o de hecho. Espero que esto no sea una punta de lanza del sector político del senador Sanhueza, y que derechos esenciales pretendieran ser eliminados en caso de llegar a ser gobierno.
Mario Aguilar Arévalo
Presidente Nacional
Colegio de Profesoras y Profesores de Chile
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