Educación superior en medio de la crisis
A pesar de que diversos rectores de universidades han mencionado la compleja situación que enfrentan las instituciones de educación superior (IES), éstas no han estado en el centro de las preocupaciones.
Sin duda, el sistema terciario ha sido fuertemente golpeado producto de la pandemia, situación que se acrecienta con la crisis económica a la que nos enfrentamos. Al igual que ocurre en otros sectores, las IES enfrentan problemas de liquidez que afectan su operación, debido a las dificultades que viven las familias de sus estudiantes y la incapacidad de pago sobreviniente en que han caído.
El objetivo de las instituciones ha sido evitar que producto de la crisis generada por el coronavirus, derive en que los estudiantes deserten por problemas financieros. Para ello han tomado medidas internas y otorgado facilidades de pago, como la postergación de cuotas. Sin embargo, estas medidas que han logrado atender caso a caso, se hacen insuficientes si esta situación se prolonga en el tiempo y si un número mayor de estudiantes comienzan a requerir estas facilidades; además, no evitan la merma de ingresos que ya vislumbran las instituciones y que ponen en riesgo su solvencia.
En efecto, para los planteles los aranceles constituyen su mayor fuente de ingresos y si bien un porcentaje de estos provienen de becas, gratuidad y créditos estatales, una parte importante -60% para las universidades privadas- proviene de los aportes privados de los estudiantes y por tanto están en riesgo de verse disminuidos. Es necesario considerar, además, que las posibilidades de reducir gastos para la educación superior son mínimas, pues debe seguir entregando el servicio educacional. Si bien debido a la suspensión de clases pueden prescindir de ciertos costos como de los servicios básicos, entre otros, las remuneraciones -que representan sus mayores costos- se mantienen. Por otro lado, la inversión que han debido hacer para adaptarse a la educación remota supera los ahorros generados.
Son necesarios, por tanto, mecanismos que respalden el esfuerzo que están haciendo las instituciones. En primer lugar, en apoyo de los estudiantes. Comprendiendo las restricciones presupuestarias que tenemos, una solución que se ha barajado es abrir nuevas postulaciones al Crédito con Aval del Estado (CAE) y demás beneficios del Formulario Único de Acreditación Socioeconómica (FUAS), que entregue la posibilidad a los estudiantes de mantenerse en sus estudios.
Los paquetes económicos que ha planteado el Ministerio de Hacienda tienen un impacto menor en las IES, debido a las particularidades del sistema terciario, y gran parte de las instituciones quedan fuera de las políticas planteadas, inclusive de la posibilidad de acceder al Fondo de Garantía para Pequeños y Medianos Empresarios (Fogape). Son urgentes medidas complementarias y temporales, que al igual como se ha hecho con otros sectores, prevengan la falta de liquidez de los planteles, de manera que los efectos generados por la crisis no se vuelvan permanentes.
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