SEÑOR DIRECTOR:
En medio de la oleada de noticias y problemas que se generan cada día, siempre es posible encontrar una luz de esperanza de que las cosas se pueden mejorar y, en este caso, la idea que está impulsando el Presidente electo de EE.UU., o sea, en el país más desarrollado y poderoso del mundo, de crear la oficina de eficiencia gubernamental, debería también ser aplicada en Chile.
Si ese país cree, aun teniendo todos los recursos del mundo, que debe ser más eficiente, es porque la eficiencia se traduce desde el punto de vista social en mayor justicia para sus ciudadanos. El incorrecto uso de los recursos fiscales, la burocracia, el amiguismo, la mala gestión en seguridad pública, en salud y educación, en relaciones internacionales, en cultura, entre otras, es una forma tremendamente cruel en que el Estado, los gobiernos y la política defraudan a la ciudadanía.
En Chile es cada vez más claro que estamos viviendo un período de deterioro y decadencia general que se ha agudizado por la mala gestión gubernamental y la ideologización de la discusión política, olvidando que su misión es buscar el bienestar de todos los ciudadanos.
La esperanza es que el próximo gobierno esté al servicio del país y tenga como prioridad la búsqueda de solución a los problemas y la creación de oportunidades para todos, logrando así romper con la inercia y mediocridad actual.
Varsovia Valenzuela
Ingeniero comercial
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