El amor a la Patria, atributo compartido

SEÑOR DIRECTOR:

Como todos los años desde hace más de dos siglos, los ciudadanos de este hermoso país llamado Chile celebramos nuestra independencia nacional, de la mano de nuestras más profundas tradiciones, que dan vida a una cultura única e irrepetible.

Nos inspira el amor a la Patria, la que no es otra cosa que el sustrato sobre el cual damos vida al Estado Nación, ya que ella es superior y anterior a toda forma de organización humana.

Cada chileno en septiembre siente de una u otra forma, como lo hace la primavera, renacer en su espíritu ese sentimiento patriótico que en ocasiones dormido vuelve a estar presente, y no solo en las celebraciones que nos son propias, sino además cuando la Patria está amenazada.

Solo un día después de su cumpleaños celebramos a lo largo de Chile las glorias de su Ejército, que habiendo nacido junto a ella, recibe simbólicamente su gratitud por servirla, protegerla y proyectarla.

Sus integrantes, imbuidos del más puro fervor patriótico nacido en la consigna pronunciada al ingresar a sus filas (“Servir fielmente a mi Patria (...) hasta rendir la vida si fuese necesario”), reciben el aplauso agradecido de la ciudadanía que concurre alborozada a presenciar las diversas paradas militares del país; al hacerlo, recuerdan a todos aquellos que a lo largo de la historia sacrificaron su bienestar y sus vidas en beneficio de Chile.

No hay duda alguna: el amor a la Patria es un atributo compartido por todos y cada uno de los hijos de esta tierra, que en el pasado y presente la sirven desde sus propias y particulares perspectivas, como lo harán las futuras generaciones.

Antonio Yakcich Furche

Director Museo Histórico y Militar de Chile