El aterrizaje brusco de la economía chilena

SEÑOR DIRECTOR:
Esta semana conocimos las cifras de actividad de julio, que muestran un fuerte ajuste. El Imacec desestacionalizado ha caído en siete de los últimos ocho meses y la contracción mensual de julio fue la mayor en todo este período: 1,1%. En términos interanuales, el crecimiento económico continúa desacelerándose y es muy probable que a partir del tercer trimestre y hasta bien entrado 2023 veamos cifras negativas en doce meses, con una economía en franca recesión. Este escenario lo hemos anticipado desde Clapes UC, con información desde un conjunto de modelos que estiman la probabilidad de recesión de nuestro país.
Las razones detrás de esta caída son diversas. Por un lado, el necesario ajuste que debe tener la economía después de un período de expansión insostenible como el registrado el año pasado. Por otro, el deterioro de la situación externa: el aumento de las tasas de interés para enfrentar el alza de la inflación, los efectos de la guerra en Ucrania y el debilitamiento de la economía china, entre otros factores, están reduciendo el impulso que viene de fuera. En tercer término, el elevado nivel de incertidumbre interno derivado del proceso constitucional y el debate en torno a las reformas que impulsa el gobierno, entre las que destacan el proyecto tributario, los cambios en materia laboral y la futura reforma de pensiones. A esto se suman los incomprensibles mensajes en materia de comercio exterior de los últimos meses, partiendo por la intención de revisar la estrategia comercial, hasta las más recientes declaraciones del Presidente Boric respecto de condicionar nuestras exportaciones al comportamiento de los países desarrollados. No podemos darnos estos lujos.
La incertidumbre económica paraliza, por lo que este escenario que enfrentamos se traducirá en una caída de la inversión, el consumo de bienes durables y el PIB. Lo mínimo que debemos pedir a nuestras autoridades es que se despejen incertidumbres y no se creen nuevas fuentes de riesgo. Pero eso no es suficiente. También es importante impulsar medidas que permitan recuperar el dinamismo económico y no retroceder, sino seguir avanzando en el camino de las políticas públicas exitosas. Entre estas, una apertura comercial que siga expandiendo el acceso de productores locales a nuevos mercados y propicie la llegada de más y mejores bienes y servicios desde el exterior. Y una reforma tributaria que no solo recaude, sino que estimule y no castigue el emprendimiento.
Felipe Larraín Bascuñán
Director Clapes UC y profesor titular Economia UC
Ex ministro de Hacienda
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