SEÑOR DIRECTOR:
El cabo Sebastián Zamora fue absuelto por la justicia, tras descartarse las acusaciones de homicidio frustrado en su contra. Luego de esa decisión, Carabineros optó por reintegrarlo a sus funciones y, cuando le preguntaron dónde le gustaría reincorporarse, Zamora respondió “donde la institución me envíe”.
El respaldo del gobierno a la resolución judicial y a la decisión de Carabineros es una buena noticia, pues habla de un compromiso básico con el Estado de Derecho y el funcionamiento de sus instituciones. Sin embargo, hasta ahora las autoridades del Ejecutivo han evitado pedirle perdón por las declaraciones emitidas en su contra durante el contexto del 18-O. Baste recordar que el entonces diputado Boric afirmó: “Lo empujaron directamente al río. ¡Exigimos la renuncia de Mario Rozas ahora! Sin más excusas”.
El contraste entre una actitud y otra es lo que marca la diferencia entre la grandeza de alma y la mezquindad. Gestos como el del cabo Zamora son los que han hecho y seguirán haciendo grande a Chile.
Teresa Cordero B.
M. de los Ángeles Tocornal C.
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