El despertar de la fuerza
Con el Presidente Boric en México, justo en los días que se cumplen 50 años del discurso de Allende en Guadalajara, los camioneros decidieron irse a un paro que partió en el norte y terminó con carreteras bloqueadas en todas partes. La casualidad hizo que algunos afiebrados vieran de nuevo la repetición de la tragedia del 73, esta vez ni siquiera como comedia. Pero el hecho histórico es otro, el gobierno anunció que aplicará la Ley de Seguridad Interior del Estado a los camioneros. Aunque las imágenes muestran una cierta lenidad de los carabineros en el actuar contra quienes bloquean carreteras, la señal está dada.
En paralelo, cada vez el gobierno abandona la idea de reformar la policía uniformada. La alcaldesa de Santiago, quien el año pasado le dijo al diario español El País que la represión no servía para controlar el orden público, clama por más carabineros ante las imágenes que muestran el descontrol en la Plaza de Armas por la imposibilidad de fiscalizar a quienes venden comida callejera. En un cómic el dibujante Malaimagen suele poner en tono de sorna al Presidente, recordando que alguna vez habló de refundar la institución. El propio mandatario se refiera con tono crítico a los tiempos cándidos de la ministra Siches que fue baleada camino a Temucuicui, mientras él leía las cartas de Diego Portales. En la elección de fiscal nacional, tras el “Supremazo” que significó dejar fuera a las candidatas ideales para el gobierno, La Moneda optó por proponerle al Senado al fiscal más comprometido con el orden público, y más alejado de las ideas de refundación policial.
Claramente el orden ha entrado en la agenda del Presidente, que al igual que Portales se dio cuenta que es un camino necesario al poder. No debiera ser esto un tema, salvo la inevitable voltereta que tendrá costos en la opinión pública, y en las propias tropas oficialistas. Dentro de Apruebo Dignidad varios ya resienten el giro hacia la aplicación del orden, y las próximas diatribas de Jadue tendrán mucho más adeptos dentro de la izquierda que veces anteriores.
Varios pueden recurrir al comodín de echarle la culpa al Socialismo Democrático, que con ministras que no tienen los complejos de algunos en el Frente Amplio, están aplicando la ley; pero es claro que el giro viene del propio Presidente. Aunque después matizó los dichos que dijo al medio Timeline de Antofagasta, su propia bravura canina contra la delincuencia mostró que ha leído claramente que la seguridad pública puede ser el punto que desfonde su gobierno, y está actuando con sentido de Estado y dispuesto a pagar los costos de las evidentes volteretas.
Si el paro se extiende, el gobierno para mantener el apoyo de la opinión pública tendrá que aplicar la fuerza de manera visible, con imágenes en TV de carabineros despejando las rutas y tomando detenidos a dirigentes, es la única manera para que sea creíble el cambio. Por otro lado, ante un verano donde pueda haber otra oleada de inmigrantes, tendrá que actuar de manera similar, no descartando expulsiones masivas o declaración de estado de emergencia en la macrozona norte. Aunque las imágenes harán que en la oposición varios busquen declaraciones criticando al actuar de entonces, y los memes de los cambios se dispararán, con la acción contra los camioneros el gobierno no tiene posibilidad de hacer marcha atrás.