SEÑOR DIRECTOR:

Más allá del impulso comercial que impera para celebrar a nuestros niños, niñas y adolescentes, hoy es importante buscar espacios que permitan fortalecer los lazos entre padres e hijos. Justamente, porque estamos viendo cómo aumentan los factores de riesgo en los ámbitos protectores de la niñez y se hace -más necesario que nunca- dotar de herramientas efectivas a padres y cuidadores para apoyarlos en las labores de crianza.

La evidencia muestra que las actividades planificadas y compartidas en familia tienen un impacto positivo en el desarrollo emocional y psicológico de los niños, lo que redunda en importantes beneficios para toda la sociedad. James Heckman, Premio Nobel de Economía, ha demostrado el incremento en los ingresos autónomos de familias que han tenido algún tipo de entrenamiento en competencias parentales en base a programas con evidencia, como los son PMTO o Familias Unidas, entre otros.

Con todo, es necesario considerar a un importante grupo de niños que no cuentan con un espacio protector adecuado y son víctimas de graves vulneraciones de derechos, como la explotación sexual comercial infantil o el abuso sexual, que exhiben los indicadores más altos en nuestra historia. Así también, crece sostenidamente la acción del crimen organizado en el reclutamiento de niños en bandas delictivas, aumentando dramáticamente su victimización a consecuencia de la delincuencia. También se observa un mayor nivel de violencia y serios problemas de convivencia escolar, altos niveles de ausentismo y de exclusión educativa.

Las familias y comunidades podemos y debemos ser garantes del desarrollo positivo de la niñez, y el Estado debe priorizar la solución de estas realidades y fortalecer los espacios de protección. Este día nos permite reflexionar -también-por aquellos que hoy no tienen nada que celebrar.

Marcelo Sánchez

Gerente general de la Fundación San Carlos de Maipo

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