SEÑOR DIRECTOR:
No podemos perder de vista que la principal causa de las pensiones insuficientes es la baja densidad de cotización. Es fundamental que tanto la clase política como los equipos técnicos que la asesoran aclaren cuál será el efecto real en el mercado laboral de elevar la tasa de cotización “con cargo al empleador”. Surgen al menos dos preguntas fundamentales:
1. Desempleo y lagunas previsionales: Si la mayor tasa de cotización se traduce en menor formalidad y/o menor empleo, el ahorro adicional podría verse mermado y, en consecuencia, encontrarnos con un aumento de las lagunas previsionales.
2. Crecimiento económico de Chile: El trabajo es uno de los factores esenciales para explicar el crecimiento económico de un país. El Estado se ha propuesto devolver el “préstamo solidario” pero su capacidad para hacerlo depende del dinamismo futuro de la economía. Conviene no pasar por alto, además, que una actividad económica mediocre repercutirá negativamente en la rentabilidad de los fondos de pensiones (hoy con un 50% invertido en Chile).
Plantear estas dudas no equivale a rechazar la reforma de pensiones, sino a sugerir que tal vez debería acompañarse de medidas adicionales que compensen los potenciales efectos adversos y, a la vez, incentiven el crecimiento. En ese sentido, podría aplicarse la misma lógica que en la reforma previsional: propuestas concretas e inmediatas para salir del actual estancamiento y medidas graduales para generar condiciones estructurales de crecimiento.
Diego Uribe-Etxeverría M.
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