El litio en el metaverso
Por Luis Larraín, presidente del Consejo Asesor de Libertad y Desarrollo
El litio es un metal cuyas propiedades lo han puesto en una posición expectante por el interés en la electromovilidad. Se espera que su demanda mundial se multiplique por cuatro en el período 2021 a 2030. Buena noticia para Chile que posee las mayores reservas del planeta y el segundo lugar tras Australia en la producción. En nuestro país la Constitución (la misma, la neoliberal) dispone que la exploración, explotación o beneficio de los yacimientos pueden ejecutarse directamente por el Estado o sus empresas, o por medio de concesiones administrativas o de contratos especiales de operación que adjudica el Estado. Los principales operadores son SQM y Albermale, que en virtud de los contratos firmados con el Estado entregan un royalty y aportes a los gobiernos regionales y municipios de las localidades en que se realiza la explotación. Codelco tiene también un contrato de operación desde el 2018, aunque no ha producido litio hasta la fecha.
El aumento de la demanda aconsejaba ampliar la producción del litio para aprovechar el momento, antes que otras tecnologías o metales lo sustituyan en la confección de baterías para vehículos eléctricos. Por esa razón, hace un año (no a última hora), el gobierno del Presidente Piñera inició un proceso de licitación de cinco cuotas de 80.000 toneladas (aproximadamente 5% de las reservas). Esto desató críticas en la izquierda. Algunas porque preferían que una empresa estatal produjera el litio, prescindiendo del hecho que Codelco teniendo esa posibilidad hace más de tres años no lo ha logrado aún. También surgieron otras críticas basadas en el mundo paralelo en que vive la izquierda cuando se trata de discutir sobre riqueza. Pareciera para ellos que la riqueza está ahí y todo el asunto es cómo se distribuye. Con esa mentalidad no existe el riesgo que si esta se deja en la tierra pierda gran parte de su valor, porque otros encontraron sustitutos para su uso (el efecto en Chile del salitre artificial a fines del siglo 19 no les dice nada). Tampoco se percatan de que hay una tasa de descuento, y que explotarlo hoy vale más que hacerlo en varios años más. Otros dicen que debiéramos producir baterías y no litio, lo que no descartamos, pero no asegura mayor valor agregado. Son los que desprecian la exportación de frutas o salmones o la misma minería porque en su ignorancia creen que no hay tecnología en los procesos.
La licitación permitía que más del 50% de la riqueza generada quedara en el Estado. Finalmente, el gobierno escuchando las críticas decidió adjudicar solo dos de las cuotas a las mejores ofertas para privilegiar que entraran nuevos competidores. Apenas un 1,8% de las reservas. Aun así, persisten las críticas. Bueno, hay que acostumbrarse a que en el metaverso hay que interactuar con personas que viven en una realidad paralela.
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