El nuevo desafío: la credibilidad
Por María José Naudon, abogada
Pasada la resaca electoral del domingo los candidatos al balotaje han empezado a diseñar sus estrategias. Moderarse parece ser la consigna. En este nuevo escenario, a todas luces beneficioso para el país, la clave es la credibilidad. Los vuelcos y ajustes requieren más que conceptos, caras y declaraciones, pues si no se resulta creíble, no surgirá la confianza. ¿Cuáles son algunas de las claves para un liderazgo verosímil? Consistencia y capacidad para inspirar.
La consistencia alude a una mayor cohesión de las partículas que da cuenta de firmeza, estabilidad y robustez. La capacidad de inspirar supone definir aquellos comunes que hagan sentido de propósito y alimenten la esperanza. Visto así, el desafío de ambos candidatos es feroz y el riesgo enorme, pues como decía Mark Twain: “La credibilidad es como la virginidad. Una vez que se pierde, ya no se recupera”.
¿Qué tan consistentes han sido los movimientos de esta semana? Gabriel Boric se bajó del árbol y al hacerlo tomó la bandera de la seguridad y el orden público. José Antonio Kast recibió un documento titulado “Para un Chile con las mujeres, en libertad, igualdad de derechos, deberes y oportunidades” que, entre otros, considera un compromiso con el Ministerio de la Mujer y Equidad de género. Ambos convocaron rostros moderados para reajustar sus programas económicos, haciéndose cargo de uno de los temas más críticos de la primera vuelta. Visto así, las cosas podrían estar parejas.
¿Cuál puede ser entonces el elemento diferenciador? La relación con la violencia y aquí Boric tiene un problema severo. Sus declaraciones, acciones y banderas se alejan mucho de lo demandado por la ciudadanía el 21 de noviembre y una voltereta en este ámbito es un movimiento grotesco y, por tanto, poco creíble.
Por otra parte, los candidatos forman parte de ecosistemas complejos que se expresan en alianzas políticas y su capacidad de movimiento depende también de ellos. En este entramado hay socios que no cooperan con la credibilidad. El Partido Comunista muchas veces ha sido una piedra en el zapato para Boric en estas materias, así como algunos republicanos lo son y serán para Kast; baste referirse al horroroso episodio de J. Kaiser. Administrar a quienes están a la derecha de uno e izquierda del otro será un desafío enorme.
¿Qué tan capaces de inspirar son ambos candidatos? El discurso de Boric, eminentemente generacional, activa en sus receptores una conexión inspiradora de la que hemos visto testimonios llenos de lágrimas y emoción. Sin embargo, es en sí mismo excluyente y, por la misma razón, cambiarlo puede abrir las puertas a unos, pero cerrarlas a otros. Kast alimenta su discurso con las banderas del orden y la libertad, apelando a símbolos reconocidos por todos y fácilmente comprensibles, lo que puede suponer un beneficio en estas lides.
Lo que parece claro es que, en el actual escenario, considerar cualquier ventaja como decidora sería un gran error, pues frente a un equilibrio tan precario cualquier equivocación puede ser garrafal. Los esfuerzos desplegados esta semana por girar al centro son muy valiosos, pero ambos candidatos se encuentran aún al debe.
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