El sentido cristiano



SEÑOR DIRECTOR:

En estos tiempos en que el corazón de las personas anhela relacionarse de un modo pacífico y dialogante, el espíritu cristiano responde a esos deseos del ser humano con la lógica de la caridad y de la fraternidad. La certeza de sabernos hijos queridos de Dios y, por lo tanto, hermanos entre nosotros puede ayudar a forjar una sociedad más unida y comprensiva.

El 28 de junio se cumplirán 50 años del viaje pastoral de San JoseMaría Escrivá a Chile. En aquellos días nos animó a encontrar a Dios en la vida cotidiana, que fuésemos sembradores de paz y alegría en todo lugar, ahogando el mal en abundancia de bien para superar los problemas, nunca siendo antinada ni antinadie, capaces de querer y hablar con todas las personas. Cuánto ayuda tener cerca personas que se esfuerzan por tener esta actitud positiva y abierta, a pesar de sus límites e imperfecciones. Son los “santos de la puerta de al lado”, de los que nos habla el Papa Francisco; es el “hacer divinos los caminos de la tierra”, en palabras de San Josemaría. A la vuelta de medio siglo, ojalá que el mensaje que este santo nos dejó en nuestro país siga impulsando a muchos a dar a su trabajo y a su quehacer cotidiano un sentido de entrega en servicio a los demás.

Independiente del carisma, hoy en Chile se hace necesario que los cristianos seamos artesanos de la paz de forma activa, junto con todas las personas de buena voluntad. Que el encuentro con Jesucristo nos dé la fuerza para buscar siempre lo que une y, animando a creyentes y no creyentes, construir soluciones en beneficio de nuestro país.

Álvaro Palacios Diez

Vicario del Opus Dei en Chile

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