El tiempo se acaba
Por Óscar Guillermo Garretón, economista
Vivimos confusiones propias de los finales de época. El panorama se llena de pirotecnias mediáticas, “ofertones” histriónicos y volteretas, propias de la carencia de cauces compartidos y consistentes hacia el futuro. La vida chilena está más incierta; y no solo mirando 30 años, sino desde el golpe del 73. Después del 73 se vivieron certezas, gustaran o no.
En estos días, los vuelcos, más que en los posicionamientos de la derecha o de la extrema izquierda, pueden venir del sector que emergió con posibilidades de ganar, pero donde más incongruencias, vacilaciones y renegaciones se han conocido: Unidad Constituyente.
Cuesta pasar revista al vértigo de los días. En uno había Unidad Constituyente, en el siguiente no. No fue sorpresa el intento PS de asociarse a Jadue; solo se frustró por el portazo en las narices que lo envió de vuelta donde aquellos que había decidido abandonar. Cae Chahin post elecciones, pero su partido se fortalece. Un día no había candidato PS y de repente, desde el sombrero, sale Paula Narváez bendecida por Bachelet. Se la presume competitiva, pero a poco andar no muestra prender en el electorado. En tanto una DC amenazada de aislamiento vota el nombre de Ximena Rincón, que luego hace a un lado la irrupción sorprendente de Yasna.
La consecuencia, es que Yasna parece imbatible dentro de Unidad Constituyente y con altas probabilidades de ganar en segunda vuelta en un país donde el centro, por corrido que se vea, sigue siendo la llave de toda elección. Gana con el apoyo de la derecha si su contrincante fuera Jadue o con el apoyo del electorado de PC/FA si sus contrincantes fueran Lavín o Sichel.
Sin embargo, esta polémica sobre hacer o no primaria, puede terminar destruyendo todo lo que ha posicionado a Unidad Constituyente en el último tiempo. Está exacerbando broncas engendradas por la vida reciente de la militancia y el electorado DC, PPD y PS. Comienza a disminuir la rabia socialista con el desaire PC, en la misma medida que aumenta aquella contra la negativa de Yasna a realizar primarias; y contra la DC, ese aliado ya no tan querido como años antes. En tanto, la presión sobre Yasna aviva el fuego en la DC por las volteretas PS.
Con la misma imprevisión que revivió una opción de centroizquierda y se encumbró Yasna, pueden venir otros vuelcos. La primaria PC/FA sin opción primaria centroizquierdista, puede tentar a socialistas y pepedés con Jadue o Boric. Y todo por no asumir algo ya resuelto. La candidata competitiva de centroizquierda es Yasna. El triunfo de otra, será visto como imposición de aparatos partidarios y arrastraría aguas a la derecha. Deben hacer algo pronto, ojalá con alguna variante de consulta ciudadana. Comienza la cuenta regresiva para la instalación de una alternativa presidencial y parlamentaria de centroizquierda. Y ojo, los vuelcos inesperados proliferan en tiempos de confusión.
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