El voto obligatorio
SEÑOR DIRECTOR
Hace pocos días fuimos protagonistas de un proceso electoral ejemplar desde la logística. Locales bien organizados; medidas de protección para evitar contagios; horarios especiales para adultos mayores y personas de riesgo. Como chileno estoy orgulloso de un sistema ejemplar a nivel mundial. Pero me pregunto, ¿cómo construir una Constitución que interprete a todos, si el 49,3% de la población electoral no vota?
Creo que ya no puede ser opcional ir a votar. Es un deber cívico. Si no se cumple, no solo debe caer en amonestar al ciudadano, sino que también un impedimento para obtener servicios del Estado como el carné de identidad, pasaporte, pago o devolución de impuestos.
¡Qué duela el bolsillo y genere una molestia el no votar!
El Congreso también debería legislar en la exigencia de que la dirección registrada, sea donde vive ese ciudadano y no donde “desee o le acomode” vivir. Hay 368.756 personas sin dirección, 1.714.426 personas cuyas casas aparecen sin número, cientos de formas de escribir las calles.
Un padrón electoral actualizado, moderno, estandarizado tiene que ir de la mano con lo que se quiere construir. El plebiscito de salida sobre la nueva Constitución- es con voto obligatorio. ¿Esperaremos esa instancia para atacar la apatía? Escucharnos para construir lo que nos une, pasa por votar. No puede ser una opción.
Antonio Díaz-Araujo
Gerente general, Unholster
Fundador DecideChile
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