Endeudamiento y tentación, la realidad del chileno que impacta fuertemente a la economía

Ventas Comercio
Foto Andres Perez


En un reciente informe emanado por el Banco Central, se muestra que al cierre del año 2018, el 73,3% del ingreso disponible de las personas se va al pago de deudas, un aumento del 3,2% más que el año anterior, esto indica que el restante 26,7% es la disponibilidad que le queda a un hogar para consumir y ahorrar, una cifra bastante baja porcentualmente que no permite adquirir muchos bienes y servicios y que de paso, frena la economía, evitando que la demanda y la oferta se encuentren adecuadamente.

Si  nos enfocamos a observar lo que sucede a nuestro alrededor, comienzan a asomar variados síntomas que entregan claras señales que la economía chilena comienza a enfriarse, basta encender el televisor o ver avisos en nuestro dispositivo móvil para observar los abultados ofertones que se están presentando increiblemente convenientes con publicidades cada vez más atrayentes y creativas, tentaciones para que el alicaído cliente vuelva a repensar en endeudarse. Hoy se aprecian también dentro de estos síntomas, la baja de interés en los créditos hipotecarios, donde la tasa más baja que se ofrece al mercado se ubica en un 2.89% (para 3.000 UF) para adquirir la casa propia, una conveniencia que se estrella ante un panorama dificil por el inflado valor de las viviendas, que según cifras de la firma de asesoría inmobiliaria Tinsa, el precio promedio de la vivienda nueva en la Región Metropolitana subió un 65% entre 2012 y 2018, lo que obviamente genera un alza relativamente similar en una vivienda usada, alzas irracionales que generan un endeudamiento por largos años y golpean el ingreso familiar, considerando que los ingresos percibidos por las personas, no subieron en forma similar.

Pero si seguimos analizando el mercado, notamos que la demanda se encuentra en picada y vale mencionar algunos ejemplos: existe una disminución en la venta de vehículos nuevos que ronda en el 6%, el retail tuvo bajas considerables en el año 2018 y no augura un buen 2019, la publicidad nos agobia en todos los medios de difusión masiva mostrando la desesperación de vender y vender. La demanda claramente ha disminuido y la oferta se agolpa en las bodegas generando un sobrestock que preocupa a las empresas, la gran disyuntiva es ¿como evitar este frenazo al crecimiento que es bueno para un país?, las miradas son dos; las empresas tratarán de vender lo más posible pero a su vez, en base al párrafo inicial de este artículo, las familias tienen un gran endeudamiento y por tanto menor poder adquisitivo, una balanza inclinada en desmedro del común de los chilenos que solo el tiempo, la autoconciencia y el sentido común podrán llevar al equilibrio deseado. Evitar la tentación desmedida podría ser una solución.

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