Enseñar a enseñar: el valor de la profesión docente

Jardines infantiles


Por Paula Louzano, decana Facultad de Educación, Universidad Diego Portales; Alejandra Meneses, profesora asociada Facultad de Educación, Pontificia Universidad Católica de Chile; y Denise Levy, coordinadora de Vinculación con el Medio, Fundación Educacional Oportunidad

En estos tiempos desafiantes e inciertos, se ha hecho aún más visible la relevancia y la complejidad de la profesión docente. Educadores y profesores se han enfrentado a nuevos escenarios para mantener el vínculo con sus estudiantes, promover su bienestar socioemocional y ofrecer múltiples y diversas oportunidades de aprendizaje. La pandemia ha puesto de manifiesto que el corazón de la profesión docente está en la toma de decisiones pedagógicas contingentes. Por esto, los conocimientos y prácticas que los y las estudiantes de pedagogía y educación parvularia adquieren en su formación inicial son fundamentales.

El libro “¿Cómo enseñar a enseñar lenguaje: prácticas esenciales para la formación inicial de educadoras de párvulos?” surge de la colaboración entre las facultades de Educación de la Universidad Diego Portales y la Pontificia Universidad Católica de Chile, junto con Fundación Educacional Oportunidad. En éste, catorce autoras de diversas instituciones formadoras y ONG de Chile y Latinoamérica comparten la convicción de que la formación inicial debe promover conocimientos profundos, así como un razonamiento pedagógico flexible que permita implementar prácticas en el aula -presencial o remota- que favorezcan el aprendizaje de cada niño y niña.

Específicamente, este libro aborda las prácticas esenciales en lenguaje y alfabetización inicial que todo educador o educadora de párvulos debiese fomentar en el aula, de acuerdo a la evidencia científica. El desarrollo del lenguaje en los primeros años ha mostrado ser clave para la comprensión del mundo y la construcción de relaciones interpersonales y en este proceso el rol mediador que cumplen las y los educadores es decisivo. Pero, ¿cómo enseñar a enseñar? En los últimos años, la formación inicial docente ha avanzado hacia una formación basada en la práctica que maximice las oportunidades de aprendizaje práctico, promoviendo un razonamiento pedagógico que permita el diálogo constante entre conocimientos teóricos y prácticos.

El objetivo último es que las futuras educadoras y educadores desarrollen la capacidad de tomar decisiones pedagógicas de manera reflexiva, orquestando múltiples saberes y habilidades para responder de manera oportuna a los diversos contextos de aprendizaje. Esto supone que las instituciones formadoras no solo propongan currículos innovadores, sino que sobre todo destinen esfuerzos en metodologías que aproximen progresivamente a las educadoras y educadores a la práctica de manera reflexiva.

Este cambio de paradigma requiere de un diálogo colaborativo, profundo y constante entre instituciones formadoras no solo chilenas, sino también de la región, para así aprender unos de otros, construir un lenguaje común y promover mejoras a mayor escala. La Unesco ha propuesto como una de las ideas fundamentales para una educación postpandemia la importancia de la profesión docente y la colaboración entre profesores. Estamos convencidas de que el fortalecimiento de la formación inicial docente es un pilar fundamental para avanzar hacia una educación justa y de calidad para nuestro país.

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