Entre obligación y desencanto
SEÑOR DIRECTOR:
Este fin de semana son las elecciones municipales, hito que permitirá medir la temperatura de cara a las presidenciales 2025. A nivel local, hace su debut el sistema de inscripción automática y voto obligatorio, asunto que debería tenernos bastante expectantes.
Este fin de semana las personas saldrán a votar con una idea en mente: si las condiciones de vida en su comuna son o no mejores que hace cuatro años. No obstante, estas elecciones se dan en un pésimo clima: crisis de seguridad, crisis migratoria, corrupción y el reciente caso Monsalve.
Las encuestas de opinión pública también son demoledoras. Los partidos atraviesan por su peor momento, la confianza en los poderes del Estado está en niveles mínimos y hay una amplia percepción de que la corrupción corroe a todo el sector público.
Ante tal escenario, ¿qué podríamos esperar para este fin de semana? Si bien la ciudadanía está obligada a participar del proceso, eso no implica que vayan a depositar su confianza en los partidos políticos o figuras independientes. El actual escenario de desconfianza posiblemente termine en un elevado porcentaje de votos nulos y blancos, como pasó para las elecciones del Consejo Constitucional.
Más allá de la narrativa que los bloques políticos adopten tras los resultados, el verdadero desafío estará en fortalecer el sistema de voto obligatorio e inscripción automática mediante una educación cívica que fomente la participación activa. Al mismo tiempo, es esencial que la clase política asuma su responsabilidad, enfocándose en una gestión eficiente y en lograr consensos para impulsar reformas que realmente beneficien al país.
Rodrigo Espinoza Troncoso
Director de la Escuela de Administración Pública UDP
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