Equidad de talentos
El necesario y meritorio esfuerzo por avanzar en paridad de género no puede desvincularse del propósito de valorar lo femenino, vinculado estrechamente al liderazgo incluyente que mejora la rentabilidad y atrae el talento.
La presencia femenina en espacios de poder es fundamental para promover polí́ticas públicas que fortalezcan la cultura de equidad de talentos en las organizaciones y que contribuyan a poner fin a las barreras que dificultan a las mujeres avanzar profesionalmente al competitivo ritmo que demanda el mercado laboral.
Sin embargo, la participación femenina en las organizaciones disminuye en la medida que aumenta el nivel de responsabilidad. En el escenario global, el aumento de escaños en directorios ocupados por mujeres en 2019 anticipó la fecha estimada para alcanzar el 30% de participación femenina a 2027. Debido -en parte- a tendencias como fijación de cuotas y la disminución de percepciones erróneas respecto de las calificaciones y la disponibilidad de las mujeres para desempeñarse en cargos directivos.
En el plano local, el 20% de las gerencias que reportan al directorio son ocupadas por mujeres y a nivel de directorio esta participación disminuye al 10,6%. En las empresas IGPA, entre los años 2018 y 2019 el número de mujeres en directorios aumentó de 6,0% a 7,9% y en las empresas IPSA de 6,4% a 8,5%. Cifras que reflejan lentos avances y evidencian el desafío que tenemos pendiente en términos de igualdad de oportunidades.
El necesario y meritorio esfuerzo por avanzar en paridad de género no puede desvincularse del propósito de valorar lo femenino, vinculado estrechamente al liderazgo incluyente que mejora la rentabilidad y atrae el talento. Lo que aporta valor a las organizaciones y a la sociedad es generar espacios para que se exprese lo femenino que reside en hombres y mujeres, impactando fuertemente la percepción de bienestar.
Hace un tiempo tuve el honor de ser invitada por Mercé Brey y Victoria Yesinetskaya, a participar de su libro Alfas & Omegas. Este proyecto es una guía práctica para fomentar empresas más diversas y generar un liderazgo incluyente en el que el número de mujeres que integren un equipo directivo es tan relevante como lo incluyente que sea el liderazgo que ellas ejerzan desde esa posición.
El mundo post Covid parece indicar que será necesario aprender a gestionar equipos en forma distinta. La nueva realidad requiere colaboración, flexibilidad, creatividad y empatía, lo que torna impostergable que las organizaciones apuesten decididamente por la diversidad y ejerzan un liderazgo inclusivo que logre derribar las barreras que aún existen en el entorno laboral y empresarial en materia de equidad.
-La autora es investigadora Clapes UC y Prof. en Facultad de Economía y Administración UC.
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