Equidad de género 2020
De acuerdo con el Global Gender Gap Index 2018 del World Economic Forum, Chile se encuentra en el lugar 120 de los 149 países del estudio en el indicador de participación y oportunidades económicas, con una brecha de 0.58, donde la equidad entre hombres y mujeres es alcanzada con indicador de 1. Para revertir esta situación no basta solo con manifestar la voluntad, se requiere contar con diagnósticos claros y acciones de mejora en las empresas, midiendo indicadores clave, definiendo objetivos y gestionando las estrategias que permiten acortar las brechas. Debemos abordar la diversidad entre hombres y mujeres con la misma rigurosidad que cualquier otro desafío de negocio. También es importante que los directorios de las empresas se hagan responsables de avanzar en equidad de género. La agencia australiana "Workpace Gender Equality Agency" ha probado empíricamente que las acciones para corregir las brechas salariales son tres veces más efectivas cuando los resultados se informan a la gerencia general o al directorio. De la misma forma, la agencia ha probado que para aumentar el número de mujeres en puestos de gerencia, la adaptabilidad laboral por sí sola es una herramienta efectiva (+7,5%), sin embargo el resultado se duplica si se complementa con reportes al directorio (+13,6%).
Finalmente, resulta fundamental destacar que los inversionistas a nivel mundial están incorporando en sus estrategias de inversión aspectos medioambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Los Principios para la Inversión Responsable (PRI) han sido adoptados por miles de inversionistas, por un total de US$ 89,6 billones en activos administrados. Por esto, la Comisión para el Mercado Financiero (CMF) ha actualizado la norma carácter general 386 sobre responsabilidad social y desarrollo sostenible, incorporando indicadores adicionales de género, relevando que existe un consenso que el mercado financiero cada día demanda indicadores que, si bien no son financieros, permiten a las empresas lograr un desarrollo integral y sustentable.
El gran desafío para el mundo empresarial para el 2020 consistirá en gestionar el cambio. A diferencia del proceso constituyente y el debate por la paridad en la política, tenemos tiempo. Para lograrlo, se deberán revisar procesos, levantar indicadores, actualizar políticas, escuchar a las personas e incorporar al directorio y a la alta gerencia a la discusión. No se trata de incorporar mujeres por ser mujeres, sino porque son personas talentosas que hoy no están -o no han podido ascender- en las organizaciones por razones que no necesariamente tienen que ver con su competencia, sino con barreras culturales estructurales que han persistido sistemáticamente y que debemos abordar. Hoy el país -y el mercado financiero- nos pide garantizar un principio fundamental que tiene que ver en que todas las personas -hombres y mujeres- puedan acceder y permanecer en el trabajo que merecen.
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