Es insólito
SEÑOR DIRECTOR:
La Tercera de ayer revela que la Contraloría descubrió en sus auditorías que al menos 12 funcionarios públicos tenían contratos en la Seremi de Vivienda de Antofagasta y también en fundaciones receptoras de fondos asignados por esa misma institución. Algunos de ellos “ejecutaban” programas de fundaciones por un lado y revisaban sus propias rendiciones en la Seremi por el otro. Sin embargo, el Presidente de la República, al encargar tareas a la Comisión Jaraquemada para formular un diagnóstico y propuestas para abordar la crisis, no hizo ninguna solicitud sobre los problemas en las reglas de contratación en el Estado, en particular en los denominados “cargos de confianza”, elemento central que propició el caso en cuestión.
Es insólito que a esta altura no haya un consenso transversal de que es urgente una reforma al empleo público en Chile, que separe el gobierno y sus cargos de confianza, de la administración del Estado y sus puestos permanentes. Es insólito que desde el gobierno no haya claridad de que esto tiene que ser la principal prioridad si se quiere dejar atrás las sospechas de corrupción generalizada. Es insólito que esto no sea el primer tema a abordar en la discusión del “Pacto fiscal”. A estas alturas, en verdad, es todo insólito.
José Antonio Valenzuela M.
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