Es tiempo de unión
Carolina Schmidt Z., ministra de Medio Ambiente
Acabamos de terminar la COP 26. Lo sabemos bien, una cumbre, una declaración no van a resolver el problema del cambio climático. El desafío requiere de una transformación global y eso significa que tendremos aún varias COP por delante. Sin embargo llegamos a un punto de inflexión. Ya no hay lugar para discursos, buenas intenciones y los “bla bla bla”, que muy bien describió Greta Thunberg.
Por otra parte, Chile está viviendo momentos complejos. Una fuerte polarización, el desprestigio de la política, una elección presidencial tremendamente incierta, junto a un proceso constituyente abierto generan alta incertidumbre sobre el futuro de nuestro país.
Sin embargo, si somos capaces de levantar la vista y repensar nuestro futuro ante la urgencia de la crisis climática global, veremos que Chile tiene una gran oportunidad de unión y transformación. Un camino que permite reencontrarnos en la causa común de mejorar la calidad de vida de las personas potenciando nuestro desarrollo de manera más inclusiva, justa y sustentable.
Desde el Gobierno del Presidente Piñera hemos buscado generar un consenso transversal para construir una política climática de Estado que, reconociendo lo avanzado, permita impulsar y fortalecer una acción climática ambiciosa multisectorial que trascienda a los gobiernos de turno. Este objetivo se vio reforzado al asumir como país la presidencia de la COP25, que nos permitió avanzar, sensibilizar y movilizar en la emergencia de actuar frente al calentamiento global.
No hay sector, actividad, o territorio que no se vaya a ver afectado por la crisis climática. Impulsar la necesaria transformación exige la inclusión de todos los actores. La ciencia y academia como base para la toma de decisiones; el sector privado, motor de innovación y tecnología; los gobiernos regionales y municipios, base para la implementación territorial; las instituciones financieras movilizadoras de recursos, y las comunidades y sociedad civil en toda su diversidad, son clave para lograr la ambición que queremos a la velocidad que necesitamos.
Gracias a un trabajo conjunto y de la mano con la ciencia, en Chile hemos logrado avanzar. Aprobamos unánimemente en el Senado la Ley Marco Cambio Climático con meta de carbono neutralidad y resiliencia a más tardar el 2050; Impulsamos un proceso de descarbonización estableciendo el cierre inmediato de las primeras plantas a carbón el 2019 y al 2025 el cierre total del 65% de este tipo de centrales en Chile. Establecimos ambiciosas acciones y metas para la reducción de emisiones al 2030 (NDC); Desarrollamos en conjunto con la ciencia el Atlas de Riesgo Climático a nivel comunal (ARCIM), herramienta clave para la adaptación al cambio climático en todo el territorio nacional; y esta semana en la COP26 en Glasgow, presentamos nuestra Estrategia Climática (ECLP) con límites de emisiones vinculantes para todos los sectores emisores de nuestra economía, y más de 400 medidas concretas de transformación multisectorial como el termino al 2035 de toda venta de autos a combustible en nuestro país.
Trabajando juntos y de la mano de la ciencia, Chile ha dado cumplimiento a los compromisos del Acuerdo de París y tomado un rol de liderazgo en un proceso de transformación con acciones concretas que han permitido avanzar con celeridad, superando anticipadamente las metas establecidas para la transformación a las energías limpias. Chile fue reconocido en Glasgow por las Naciones Unidas como Campeón Climático de la COP26 y destacado por el Climate Action Tracker junto con UK, UE y Costa Rica como los únicos cuatro actores que han presentado acciones y metas robustas en línea con la Carbono Neutralidad.
Sin duda estos logros país son importantes, pero nos queda mucho por avanzar. Nuestra generación no va a detener el cambio climático hoy pero sí debe implementar el cambio de rumbo para detenerlo, poniendo a las personas en el centro de esta transformación multisectorial.
Chile tiene mucho que aportar para que el mundo alcance la carbono neutralidad. Somos un país pobre en energías fósiles pero tremendamente ricos en energías limpias y los recursos para la transformación de la matriz energética global, la electromovilidad y transporte limpio que requiere el planeta.
Frente a las crisis, el éxito está siempre en sumar voluntades. En convocar a todos a una gran meta común. Escuchemos bien a los jóvenes, ¿Qué puede ser más movilizador que preservar la vida en nuestro planeta? Es tiempo de unión.