¿Está mal la economía?

Comision de Hacienda de la Camara de Diputados. 03/07/2019
Valparaiso, 3 de julio de 2019 El ministro de hacienda Felipe Larrain participa de la comision de hacienda de la Camara de Diputados, se discute reforma tributaria. Raul Zamora/Aton Chile


A juzgar por las encuestas de percepción y de expectativas que periódicamente se difunden, el clima económico no se percibe favorable. Menos de un tercio piensa que la economía está mejorando, más de dos tercios avizoran malas expectativas de empleo, y los índices de confianza ya empiezan a transitar por la zona roja. Lo curioso es que, simultáneamente, más de la mitad estima que su situación económica personal es buena, y otro tanto sostiene algo similar respecto de la situación de las empresas. ¿Y qué dicen las cifras?: luego de un crecimiento promedio de 1,8% en 2014-2017, el año pasado el PIB se expandió 4%, y este año, aunque las proyecciones se han venido ajustando a la baja, el mercado apunta a una cifra (2,8%) que supera en 50% el promedio registrado en el período presidencial anterior. La inversión, que decreció en cada uno de los años de ese período, se recuperó con fuerza en 2018, y este año de nuevo se proyecta con dinamismo. Y a pesar de este cambio de tendencia, la percepción global no es satisfactoria. Es cierto que el entorno de la economía internacional se ha complejizado, y también hay que reconocer que en el plano interno las expectativas iniciales estuvieron por encima de lo que la realidad está permitiendo. Pero la afirmación de que la economía chilena no se encuentra en buen pie es algo que, objetivamente, no se puede sostener.

El problema es que las percepciones, una vez que se generalizan, terminan generando realidades. Y es esto lo que hay que evitar en este caso. El ministro de Hacienda, con una comprensible frustración ante este cuadro, ha señalado que el gobierno ya ha hecho -y está haciendo- lo que está de su parte, siendo ahora el turno del sector privado. La verdad es que los emprendedores no reaccionan en función de llamados públicos, sino que a partir de la percepción de señales concretas que los motiven a poner en marcha nuevos proyectos. No cabe duda de que el tema tributario ha contribuido con una buena dosis de incertidumbre, porque se desconocen los derroteros que va a seguir el proyecto, y también porque se está a la espera de una norma sobre depreciación acelerada que constituiría un importante estímulo una vez que entre en vigencia. En su gestión legislativa gobierno debe dar señales de que no va a transar en principios fundamentales, y debe continuar avanzando todo cuanto se pueda por la vía administrativa simplificando trámites y procedimientos, como también impulsando agendas para acelerar iniciativas.

Estos esfuerzos rinden frutos con mayor rapidez, y constituyen señales concretas que el mundo empresarial no va a dejar pasar. Esta es una tarea de todos, en la que los sectores de oposición no pueden abstraerse de la responsabilidad que les cabe, porque también juegan un rol importante.

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