Eutanasia
SEÑOR DIRECTOR
Lamentablemente, la comisión de Salud de la Cámara de Diputados despachó el proyecto de ley de eutanasia.
Una de las ideas más recurrentes en este debate ha sido que la prohibición de la eutanasia “no deja morir a los pacientes”. Sin embargo, aquí se confunden los términos: la eutanasia busca deliberada y directamente la muerte del paciente (por acción u omisión), lo que es radicalmente distinto a dejar morir. Así, por ejemplo, retirar un tratamiento no necesariamente es eutanasia, como tampoco lo es proveer de analgésicos para aliviar el dolor que puedan tener como consecuencia acelerar la muerte.
Aclarar estos conceptos es relevante para tener un debate público honesto: según un estudio de Canadian Journal of Public Health, el porcentaje de aprobación popular de la eutanasia se relaciona con una errada comprensión de los conceptos. Si, en cambio, se distingue claramente qué es y qué no es eutanasia, la aprobación tiende a bajar.
Si en algo estamos de acuerdo, con todo, es que la discusión en torno a la eutanasia versa sobre la dignidad humana. El punto es cómo la entendemos y qué se deriva de dicha comprensión. Nosotros afirmamos que tal dignidad exige un respeto irrestricto a la vida humana, aun en las circunstancias más adversas. En ellas la respuesta debe ser compañía y ayuda médica para paliar los dolores. Esa es la real exigencia de la compasión, que significa “sufrir con”, y no “matar al” que sufre. Este es el peor daño que podemos hacerle a los más vulnerables.
Álvaro Ferrer
Director Ejecutivo Comunidad y Justicia
Claudio Alvarado
Director Ejecutivo IES
José Francisco Lagos
Director Ejecutivo Instituto Res Publica
Pablo Valderrama
Director Ejecutivo IdeaPaís
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