Exceso de candidaturas

SEÑOR DIRECTOR:
Entre 1826 y 1970, solo en tres ocasiones hubo más de cuatro candidatos disputándose la Presidencia de Chile. Desde el retorno a la democracia, esto ha ocurrido ya cinco veces, con siete, ocho y hasta nueve nombres en la papeleta. Los anuncios de quienes desean competir este 2025, especialmente los que han descartado medirse en primarias, sugieren que la tendencia se mantendrá.
Esta multiplicidad de candidaturas posee tanto aristas positivas como potencialmente problemáticas. Refleja que diversos liderazgos políticos pueden competir en busca de apoyo, una de las condiciones procedimentales básicas de la democracia según el politólogo Robert Dahl. A su vez, puede evidenciar la falta de una previa articulación de mayorías. Aunque la segunda vuelta busca subsanar esto, el “voto castigo” en ella puede causar que quien acceda a la Presidencia lo haga con la mayor cantidad de sufragios, pero no el apoyo convencido de la mayoría.
La existencia de numerosas candidaturas presidenciales no es, por sí sola, positiva o negativa, pero desafía a quienes buscan tomar decisiones responsables e informadas. Es labor de las universidades, organizaciones de la sociedad civil y otras instituciones educativas proporcionar espacios de formación cívica, análisis comparativo de propuestas y difusión de información que permita a la ciudadanía navegar estas opciones. Solo así garantizaremos que una papeleta diversa sea señal de una democracia robusta y no un aporte más a su erosión.
Rodrigo Mayorga
Académico Historia UC y director ejecutivo de Momento Ciudadano
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