Expresiones procaces y racistas
Varios lectores han escrito en las últimas tres semanas por la publicación de palabras vulgares y racistas, atribuidas a personas de figuración pública: ofensas entre futbolistas. "¿Es eso necesario?", preguntan Patricio Ojeda B., Blanca Alvear M. y Leandro Rifo V., que rechazan ese recurso, en particular porque el lenguaje soez está referido a mujeres. Indican que nuestra sociedad está buscando erradicar la violencia verbal y física contra las mujeres, pero señalan que el diario publicó una información el sábado 21 de abril, en páginas de Deportes, sobre futbolistas que se tratan con palabras vulgares entre ellos, con referencias al género femenino y con connotaciones racistas. Uno de los lectores destaca que "incluso algunas barras bravas están cambiando sus cánticos para evitar las groserías explícitas, pero el diario las difunde".
El tema de las expresiones procaces o vulgares en la prensa escrita es de antigua data. El manual de estándares editoriales de La Tercera exige el uso de un lenguaje apropiado y respetuoso. En otros párrafos dice que los periodistas deben "evitar descripciones escritas o gráficas de situaciones que contengan elementos de obscenidad, morbosidad, pornografía o incitación a la violencia"; y que se evitará la publicación de detalles relativos a raza, color, religión, sexo o inclinación sexual, "a menos que tales antecedentes tengan importancia para la respectiva información (...)".
En los diarios es este un tema de discusión interna y de reflexión. En su más reciente edición, el manual de estilo de El País, de España, señala que "las expresiones vulgares, obscenas o blasfemas están prohibidas". Pero, como única excepción a esta norma, el diario puede incluirlas cuando se trate de citas textuales y, aun así, siempre que procedan de una persona relevante, que las haya dicho en público o estén impresas y que no sean gratuitas. Es decir, solo y exclusivamente cuando añadan información.
La información cuestionada es relevante porque las alusiones soeces y racistas las expresaron de manera pública futbolistas de primera línea.
Nombres y apellidos
Hay dos personajes de estatura mundial que han ocupado abundante espacio periodístico en el último tiempo: el presidente de China, Xi Jinping, y el líder supremo de Corea del Norte, Kim Jong-un.
En ambos casos, el primer elemento es el apellido y el segundo es su nombre. La fundación del Español Urgente, que vela por el buen uso del idioma español en los medios de comunicación, recuerda que hay diarios que -en sus títulos y textos- han usado indistintamente Xi o Jinping, por separado; o bien, Kim y Jong-un. Por ejemplo, "Trump y Jinping hablaron ayer por teléfono", "Macri firmó acuerdo con Jinping", "Jong-un sugiere reunión en Singapur". Sería como si en los ejemplos anteriores se aludiera a los presidentes mencionados con Donald y Mauricio, en lugar de Trump y Macri.
Los antropónimos de China y Corea constan de uno o varios apellidos y del nombre de pila (o nacimiento), según las costumbres de esos países y del idioma. Lo mismo ocurrió antes con el líder chino Mao Zedong (Mao Tse-tung). Lo adecuado, entonces, es que los medios empleen Xi y Kim o Mao, que son los apellidos.
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