Extensión de cobertura de salud

Alumnos del colegio Patricio Makis de Padre Hurtado regresan a clases


SEÑOR DIRECTOR

El 10 de agosto se anunció que se elimina el tope anual de prestaciones de las atenciones pediátricas de kinesiología, fonoaudiología, terapia ocupacional, psicología y psiquiatría en los menores de 6 años en el sistema Fonasa. Esto es un gran paso, ya que el neurodesarrollo tiene etapas críticas que deben estar protegidas, pues de esto depende la evolución y pronóstico de un infante.

Durante la pandemia, la primera infancia se ha visto especialmente afectada por el cierre inicial de salas cuna y los padres en casa, pero en teletrabajo o con algún trastorno del ánimo, lo que en muchos casos han llevado a que veamos más consultas por retraso de lenguaje, trastorno ansioso, dificultad de autorregulación, entre otras.

La eliminación del tope anual anunciada por Fonasa es de suma importancia. Sin embargo, el problema del acceso a la salud mental no es solo de cobertura, sino también de que mayoritariamente los profesionales que trabajan en esta área se concentran en centros privados sin convenios con Fonasa. Desde el punto de vista de la política pública de la infancia, se debe asegurar que esto se haga extensivo al sistema de Isapre, entendiendo que siempre es mejor prevenir que curar, tanto por el aspecto ético como por la efectividad de la intervención precoz.

Joanna Borax

Directora del Grupo de políticas públicas de la Sociedad de Psiquiatría y Neurología de la Infancia y la Adolescencia

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