Feminismo liberal

SEÑOR DIRECTOR:
Frente al 8-M podrían plantearse diversas perspectivas de análisis. Por ejemplo, constatar las brechas entre mujeres y hombres, buscar explicaciones sobre sus causas y ofrecer posibles soluciones. Pero mucho más desafiante que esto, es hacerse la pregunta acerca de la posibilidad de un feminismo liberal en Chile. En este sentido, el feminismo liberal enfrenta barreras tanto por izquierda como por derecha. Ante las primeras, hay que defender el principio de universalidad, esto es, la idea de que todas las personas deben tener los mismos derechos y libertades. Esto implica rechazar la concesión de derechos especiales y de resultados garantizados, para, en su lugar, defender la existencia de igualdad de oportunidades y de políticas focalizadas en favor de las personas vulnerables, incluyendo a las mujeres.
Pero también el feminismo liberal enfrenta barreras por la derecha. Por ejemplo, la idea de que el feminismo es una causa eminentemente de izquierda y que el feminismo liberal sería una corriente que, aunque tuvo su momento de gloria en el siglo XIX, ya no se justificaría. También supone refutar la idea de que “el patriarcado ya no existe”. Si bien, en contra del presentismo de cierto feminismo de izquierdas, hay que decir que los avances en favor de las mujeres han sido inmensos, especialmente en los siglos XIX y XX, como el acceso a la educación, a la libertad de expresión, a la libertad profesional, al derecho al sufragio, etc., todavía existe violencia contra las mujeres y brechas en materia de cuidados, entre otras situaciones injustas que es necesario remediar.
Ahora bien, no deja de sorprender que en el conjunto de la derecha actual se esté imponiendo la idea de que el feminismo es una causa que, “por principio”, le sería ajena. Pero cabe hacerse algunas preguntas: ¿le basta a la derecha diferenciarse de la izquierda ofreciendo solo seguridad y crecimiento económico? ¿No tiene la derecha nada que decir acerca de la subordinación de las mujeres que, en muchos ámbitos, todavía persiste? Y, con respecto a la derecha histórica, representada hoy por Chile Vamos, ¿cómo se diferenciará de la derecha radical que aspira a crecer a su costa? El feminismo liberal es una respuesta que va más allá de meras propuestas puntuales, ya que apunta a pensar el mundo desde los principios, como lo es, en primer lugar, la igual libertad para mujeres y hombres. Para esto último no basta un programa; es necesario también un ideario.
Valentina Verbal
Historiadora
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