Fuerte caída en postulaciones a Carabineros

Carabineros
Foto referencial: La Tercera/Archivo

Es fundamental que se asuma como tarea país que la institución siga siendo un polo de atracción de talento, para lo cual es fundamental abocarse a las tareas de modernización de la institución y asegurar el respaldo político al quehacer policial.


De acuerdo con un reportaje publicado por este medio, las postulaciones de jóvenes a la Escuela de Formación de Carabineros han experimentado una fuerte caída durante este año, superior al 80%, mientras que en el caso de aquellos que buscan ingresar a la Escuela de Carabineros, para seguir la carrera de oficial superior, también ha experimentado un descenso, si bien no tan pronunciado como el caso anterior.

Los factores que inciden en el fenómeno parecen ser múltiples. Por de pronto, no es descartable que las restricciones y alteración de la vida cotidiana que está generando la pandemia incidan en la caída de las postulaciones. También se ha hecho ver que a partir de la crisis social que se desató a fines de 2019 diversas instituciones del Estado han sido objeto de cuestionamientos, aspecto que en el caso de Carabineros le ha golpeado aún más directamente, por tratarse de la fuerza que debe lidiar con el control del orden público. Es también un hecho que la institución ha estado golpeada por escándalos de corrupción -tal es el caso de una millonaria malversación de fondos en la que se vio involucrado un grupo de oficiales-, alta rotación de sus directores generales y bullados casos de falsificación de pruebas, hechos que han mellado la reputación de Carabineros.

Algo que también puede estar resultando incidente es que la profesión de carabinero se ha vuelto más compleja, pues deben enfrentarse a grupos cada vez más violentos -con mayor probabilidad de ver arriesgada su integridad física-, en un contexto donde cunde la incomprensión por parte de la ciudadanía, y donde el respaldo político para el uso de sus legítimas atribuciones se ha hecho más escaso. Frente a este mayor nivel de riesgo -que no siempre va acompañado de mayores compensaciones económicas- es explicable que funcione como un poderoso desincentivo.

La caída de las postulaciones a Carabineros no es, en todo caso, un fenómeno nuevo. Ya desde 2015 se aprecia que para el caso de la Escuela de Formación en general se observa una trayectoria declinante. Independientemente de las razones, el menor interés por desempeñar el rol de policía es una noticia especialmente preocupante, que requiere ser urgentemente abordada, pues tratándose de una fuerza fundamental para el Estado -y considerando además las muy diversas labores que desempeña la policía uniformada, que exceden largamente lo relativo al orden público- es indispensable que se den las garantías de que la carrera policial será capaz de atraer suficiente talento para llenar las plazas que se requieren.

A la luz de todas estas consideraciones resulta evidente que los planes de modernización de Carabineros deben ser agilizados -en el Congreso se sigue tramitando la reforma que moderniza la gestión institucional y fortalece la probidad y transparencia-, reforzar la formación de los futuros policías -allí es fundamental el área de derechos humanos-, asegurar remuneraciones competitivas y desde luego contribuir a legitimar el rol que desempeña la institución, entre otras medidas. Se trata de un asunto del máximo interés que debe ser asumido como una causa país, sin distingo de colores políticos.

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