Ganó la esperanza, qué duda cabe

AFP


Pamela Figueroa es académica Universidad de Santiago, coordinadora Usach Constituyente.

La jornada del domingo 19 de diciembre de 2021 terminó con un masivo acto en la Alameda y el presidente electo, Gabriel Boric, dando su discurso del triunfo. “En esta noche de triunfo, repito el compromiso de campaña…” dice el presidente Boric, retomando las bases de su programa original, con realismo político y responsabilidad de cambio dentro de la institucionalidad democrática. Y este es un acto público que nos sorprende, porque hace mucho que no veíamos a la ciudadanía volcarse a las calles para escuchar un discurso político, y encausar las demandas en un proyecto de gobierno con tanta ilusión.

Ver las celebraciones por las calles no es sino el triunfo de la esperanza por sobre el miedo, porque en las últimas semanas la disputa política entre ambas candidaturas se movió entre el miedo y la esperanza. Una esperanza que tiene como factor más notorio el retorno de la ciudadanía a las urnas, signo de la institucionalización del proceso de cambios que marca el nuevo ciclo político. A pesar de la escasez de transporte público el día de la elección, de una campaña áspera y colmada de noticias falsas, 8.361.037 personas concurrieron a las urnas. Una esperanza que logró revertir la tendencia en Chile de que quien ganaba la primera vuelta, resultaba ganador, y con un triunfo sólido, casi 12 puntos de distancia con su adversario, convirtiéndose en el presidente más votado. Una esperanza que volcó a la ciudadanía a apoyar a un joven político que se transforma en el presidente más joven de nuestra historia republicana.

Y la esperanza, qué duda cabe, fue la emoción que evocó la campaña de Boric en este segundo tramo, y que fue representada también por quien fuera su jefa de campaña, Izkia Siches. En un emotivo discurso al incorporarse al comando, la Dra. Siches sustenta la claridad de su compromiso al mirar a su pequeña hija a los ojos. A partir de ese momento, recorre Chile de norte a sur, llevando el mensaje de un futuro mejor. Gabriel Boric e Izkia Siches lograron reencontrar a las personas con el espacio colectivo, ampliar las alianzas políticas de centro izquierda en una campaña que puso el foco en la defensa de la democracia, y reconectar la política con el amor a Chile. Ambos vienen en un camino de participación política y social que reconoce la historia – así el apoyo de los expresidentes Lagos y Bachelet – y mira hacia el futuro para seguir el camino de cambios que Chile necesita, escalón a escalón, para que sea firme.

Su principal compromiso es cuidar la democracia todos los días de gobierno, una democracia sustantiva que no se reduce al voto, señala. También advierte que necesitará este apoyo de la ciudadanía todos los días de su mandato, consciente del tamaño de los desafíos y días aciagos que puedan venir. Esperanza.