Genómica, imprescindible en portafolios de inversión de próxima generación

Se han administrado más de 200 millones de dosis de vacunas Covid-19 hasta ahora con el fin de inmunizar a una población mundial de unos 7,800 millones de personas. Este es solo uno de los muchos ejemplos del uso de la genómica, una rama de la biología molecular que se ocupa de la estructura, función, evolución y mapeo de los genomas (el conjunto completo de ADN de un organismo).



La genómica promete grandes cambios en atención médica. Un enfoque personalizado y a medida basado en la composición genética única de cada persona es solo un ejemplo. También la pandemia que estamos viviendo ha llevado a muchas empresas de biotecnología e instituciones de salud pública de todo el mundo a buscar soluciones en la genómica. Teniendo esto en cuenta, en Julius Baer pensamos que los inversionistas a largo plazo deberían mantener una actitud positiva respecto al tema y su inclusión en los portafolios de inversión.

Se han administrado más de 200 millones de dosis de vacunas Covid-19 hasta ahora con el fin de inmunizar a una población mundial de unos 7,800 millones de personas. Este es solo uno de los muchos ejemplos del uso de la genómica, una rama de la biología molecular que se ocupa de la estructura, función, evolución y mapeo de los genomas (el conjunto completo de ADN de un organismo).

Según un estudio reciente del equipo de Nueva Generación de Julius Baer, la revolución genómica recién empieza. Aunque la ciencia de la genética humana y su aplicación en la medicina no es nada nuevo, la carrera mundial por conseguir una vacuna contra el Covid-19 ha hecho evidente que la genómica promete hacer frente a las amenazas de salud presentes y futuras. Como resultado del descenso en los costos de secuenciación genómica y aumento de la investigación y el desarrollo, podemos empezar a imaginar un futuro en el que el sistema de salud pueda gestionar mejor las enfermedades, alargar la vida humana y personalizar los tratamientos médicos en vez de seguir el enfoque de “talla única” para toda la población.

En vista de la complejidad de este campo, Julius Baer propone a los inversionistas centrarse en dos segmentos clave: las pruebas genéticas y la modificación genética. Las primeras buscan mutaciones en nuestros genes, cromosomas o proteínas, que eventualmente pueden conducir a una enfermedad. Y las segundas involucran un número creciente de técnicas que permiten agregar o eliminar genes en organismos vivos para prevenir y tratar enfermedades.

Los inversionistas que buscan exposición al tema de genómica probablemente considerarán acciones de empresas que participan en pruebas genéticas y edición del genoma. Aquellos que desean una exposición diversificada evaluarán algunos productos estructurados, fondos mutuos y fondos cotizados en bolsa (ETFs). Pero, ¿existe otra forma de invertir en genómica? Sí, y esto se encuentra en entidades que comercializan con datos genéticos. Además de las millones de lecturas que se han hecho públicas desde el lanzamiento del Proyecto del Genoma Humano (HGP) en 1990, un número creciente de empresas privadas venden sus bases de datos de información genética a compañías farmacéuticas y aseguradoras, entre otras.

Ya sean públicos o privados, estos datos deben hacer frente a los desafíos que conlleva el manejo de información personal. Algunos creen que la privacidad debería inhibir la divulgación de datos genéticos, mientras que otros piensan que el acceso público es necesario para fomentar la investigación en salud. Además, los datos de fenotipo pueden incluir registros de atención médica que, incluso si se anonimizan, podrían usarse para identificar a una persona. Y el mundo digital en el que vivimos permite copiar, compartir y mover información a través de redes. Así que el deber hacia la sociedad se vuelve primordial en una cadena de valor donde el individuo puede fácilmente perder de vista cómo se utilizan sus datos.

Aquí es donde la inversión responsable se vuelve importante. Examina algunos de los temas clave de la genómica como parte del enfoque en los principios ambientales, sociales y de gobernanza (ESG). Existe un interés amplio y profundo en estos factores gracias a la evidencia empírica que muestra que las inversiones ESG producen mejores rendimientos ajustados por riesgo. Creemos que aquellos que invierten en genómica y otras tendencias seculares estarán cada vez más atentos a que los administradores de patrimonios y de activos se comprometan con requisitos mínimos de calificación ESG en todas las actividades de inversión.

* El autor es director de Asesoría para las Americas, Banco Julius Baer