Giorgio Boccardo: “Empleo femenino. Un doble desafío: participación y continuidad en las trayectorias laborales”

Las dificultades de conciliar la vida laboral, familiar y personal en el mercado del trabajo tienen una incidencia directa en la falta de continuidad de las trayectorias laborales e ingresos, en especial, de mujeres con responsabilidades de cuidado. Un reciente estudio realizado con base en los datos del Seguro de Cesantía demostró que luego del nacimiento de un primer hijo, las mujeres que se inscribieron en carreras de tecnología e ingeniería ven penalizados sus ingresos en ≃30% con relación a sus equivalentes masculinos. Esta penalización por hijos es mayor que las que se estimaron para las mujeres en humanidades, artes y ciencias sociales, negocios y salud, que se acercan al 20%. Por otra parte, sabemos gracias al INE que, comparado con otros países, la rotación laboral es alta en Chile y dificulta la formación de una fuerza de trabajo calificada en la empresa, disminuye el compromiso de las y los trabajadores con la organización y genera lagunas en las trayectorias laborales de las personas.

Las mujeres han sido históricamente las encargadas de hacerse cargo de las labores de cuidado. Para enfrentar este escenario, la principal herramienta con la que cuentan las sociedades son las políticas de conciliación trabajo familia. Entre las más prevalentes están: los servicios de cuidado infantil; las licencias por maternidad y paternidad, políticas de permisos; y medidas de adaptabilidad laboral con relación a los tiempos, y el lugar en el que se realizan las labores. La evidencia internacional sugiere que es la combinación de estas medidas la alternativa que logra los mejores impactos.

En esta línea, como Ministerio del Trabajo y Previsión Social estamos impulsando “Una propuesta integral de políticas para la Conciliación de la vida laboral, familiar y personal” mediante 3 pilares: 1) Proyecto de ley que modifica el Código del Trabajo en materia de Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal, 2) Sala Cuna para Chile (que requiere de recursos permanentes) y 3) Proyectos piloto para avanzar en el reconocimiento del trabajo de cuidados remunerado, en determinadas poblaciones a nivel país.

Estos 3 pilares son fruto de la incidencia de las mujeres trabajadoras, que partieron empujando estas demandas en la Mesa Técnica para 40 horas labores, pidiendo medidas específicas para abordar la falta compatibilidad de las labores de cuidados con la organización del mundo del trabajo remunerado, por lo cual, la sola rebaja de la jornada podría significar más horas de trabajo no remunerado. Esto se profundizó en la Mesa Técnica de Conciliación, siendo protagonistas en mostrar sus problemáticas cotidianas y cuáles son las medidas que les permiten aliviar este conflicto.

El primer pilar, que es el Proyecto de ley en materia de Conciliación de la Vida Laboral, Familiar y Personal y comenzó su discusión en la Comisión de Trabajo del Senado, la cual lo aprobó en general, este 2 de agosto pasado.

Existe un amplio consenso político y social en avanzar en derechos laborales que protejan a las familias chilenas, sin que signifique decidir por cuidar o trabajar, porque ambos es imposible. Aquí la importancia y el impacto que nos jugamos en la tramitación legislativa de estas iniciativas.

Nuestro Gobierno tiene un compromiso irrestricto con mejorar la calidad de vida de las familias trabajadoras de Chile, promoviendo la seguridad económica, mediante el empleo formal y avanzando en el cierre de brechas que afectan a las mujeres.

* El autor es subsecretario del Trabajo.