Gobierno y ciudad, seis urgencias

AFP


Ricardo Abuauad es arquitecto, decano del Campus Creativo Unab y profesor UC.

Gabriel Boric acaba de ganar las elecciones, y deberá gobernar un país marcado por demandas sociales importantes. ¿Qué papel jugará la mejora de nuestras ciudades en asegurar la calidad de vida que los chilenos quieren? ¿Será el próximo gobierno la oportunidad de dar un paso significativo? Aquí, un breve recordatorio de 6 asuntos clave:

Primero (por lejos), la crisis de vivienda, que amenaza con transformarse en una bomba de tiempo humanitaria, sanitaria, económica y medioambiental. Para resolver la proliferación de campamentos, será necesario mejorar la provisión de suelos bien ubicados, despejar las trabas burocráticas, simplificar procesos y perfeccionar mecanismos para generar barrios integrados que entreguen los servicios que esa vivienda necesita.

Segundo, abordar la indispensable adaptación al cambio climático: vivimos en entornos que se vuelven más áridos, y es necesario enfrentar el tipo y calidad de espacios públicos y áreas verdes, la provisión de sombra, el acondicionamiento térmico de edificaciones, el acceso al agua.

Tercero, las urbes necesitan una movilidad con políticas claras, priorizando el transporte público sustentable, moderno, no contaminante, así como modos no motorizados. Los problemas del domingo de elecciones deben alertarnos. No quiere decir eliminar los autos, pero sí desincentivar su uso dando alternativas más eficientes y limpias.

Cuarto, recuperar los centros dañados por el vandalismo, crisis económica, pérdida de inversiones, comercio ambulante, y destrozos en el patrimonio. Esta es una prioridad urgente, ya que esos tejidos de alto valor son vulnerables, y arriesgamos que este retroceso sea sin retorno.

Quinto, avanzar hacia la equidad urbana en acceso a servicios y oportunidades: sabemos que nuestras ciudades son segregadas y poco equitativas, y las condiciones de vida dependen del lugar en donde se habite. Nivelar ese mapa de oportunidades, y recuperar el control de zonas dominadas por el narcotráfico y la exclusión, especialmente a través de políticas de proximidad, es fundamental, y lo que se invierta en eso aliviará parte importante de la tensión social.

Sexto, rediseñar una institucionalidad que permita la tan anhelada planificación integrada, con herramientas que hagan posible el proyecto urbano: poco de lo anterior será posible sin contar con atribuciones que hagan viable un pensamiento coherente sobre las urbes. La idea de Agencias de Ciudad cuenta con gran consenso para enfrentar estos desafíos.

Seis asuntos urgentes. La meta parece grande, pero enfrentarlos es indispensable para concretar las ambiciosas promesas de la campaña. Jaime Lerner, protagonista del urbanismo de Curitiba, decía que “después de trabajar en ciudades por 40 años… puedo afirmar que cualquier ciudad puede mejorar su calidad de vida en menos de tres años, independientemente de su escala y condiciones financieras”. Creámosle a Lerner, y ataquemos estas tareas desde el primer día del próximo gobierno. Las ciudades son clave.